Holden comunicó que han pausado indefinidamente la introducción del motor V6 twin-turbo en el Supercars. Inicialmente se creía que un Commodore ZB de Triple Eight Race Engineering correría algunas fechas como comodín portando el novedoso motor, pero al parecer tanto el fabricante como el equipo acordaron proseguir con el satisfactorio motor V8. Hasta ahora, solo Holden se había animado a fabricar un motor V6 turbo para el campeonato de turismo australiano, por lo tanto sorprende el desinterés en aprovechar algunas carreras para avanzar en sus pruebas.
Desde el año pasado, el V6 de 3.6 litros, twin-turbo proveniente de General Motors se ha visto en acción. En el circuito de Mount Panorama, el Red Bull Holden Sandman realizó una exhibición pública en el marco de la Bathurst 1000 y de inmediato se pensó que la próxima generación del ZB Commodore utilizaría la configuración, pero llegó el 2018 y no sucedió. Ante tal imprevisto, Sean Seamer, CEO del Supercars, manifestó que el comunicado de Holden no representa el fin de la propuesta de utilizar motores turbo como alternativa a los V8.
Y es que hace algunas semanas, representantes tanto de Ford como de Nissan, anunciaron que no tienen programas para instalar motores V6 turbo, inclusive los americanos manifestaron que ni siquiera se han planteado un reemplazo del modelo Falcon para continuar en esta categoría. Así que los planes de Seamer, de orientar al Supercars hacia el motor V6 y hacia las tecnologías híbridas ha sufrido un tropiezo ya que los fabricantes permanecen fieles a los V8.
En palabras de Sean Seamer:
Las reglas actuales permiten a los fabricantes y equipos implementar diversas configuraciones de motores y aunque nos enteramos que el Commodore ZB no utilizará el V6 turbo ahora, es importante que como categoría continuemos hacia adelante. Esperamos continuar nuestra gran relación tanto con Holden como con el resto de los equipos, independientemente del motor que elijan utilizar.
Vía | it.motorsport
