Chuck Schifsky, gerente de American Honda Motorsports, declaró que Honda Performance Development tiene contrato con la IndyCar hasta finales de 2026 y es probable que no sea renovado si no se advierte una drástica reducción de costos. Explicó que la inversión en la categoría estadounidense no está generando ganancias puesto que deben proveer motores a más de la mitad de la parrilla, cifra que suele aumentar para las 500 Millas de Indianápolis, lo que eleva el presupuesto en decenas de millones solamente en gastos técnicos anuales, así que cada victoria en pista se traduce en pérdidas financieras.
Argumentó que Honda tiene una planificación en los deportes a motor que contempla grandes inversiones en la Fórmula 1 y en categorías de resistencia, además de la MotoGP, y en todas ellas confrontará a muchos fabricantes, lo que requiere de una constante inyección de recursos al presentarse como prioridades. Por su parte, en la IndyCar solamente rivalizan contra Chevrolet, pero el problema está en que deben abastecer a muchos equipos, lo que significa que no están ahorrando. En tal sentido, Schifsky advierte a Mark Miles, director ejecutivo de Penske Entertainment, que Honda apunta a retirarse si no se presenta un nuevo proveedor que divida la parrilla entre tres.
Explicó que bajar de 17 a alrededor de 10 monoplazas por temporada haría que Honda cambie de opinión porque así sí sería rentable fabricar motores y conceder asistencia técnica. Ahora Miles deberá apurarse en la búsqueda de una respuesta satisfactoria porque si bien Honda ha permanecido en la IndyCar desde 1994, ahora el panorama es muy distinto en los Estados Unidos debido a que el Campeonato IMSA Weathertech Sportscar se ha erigido como el más interesante en lo que respecta a inversión y publicidad. Con el contrato de proveedores de motores expirando a finales de 2026, y a las puertas del inicio de la era híbrida , el retiro de Honda de la IndyCar sería un fuerte golpe para la serie de monoplazas.
En palabras de Chuck Schifsky:
Tenemos grandes preocupaciones sobre los costos. Si decidiéramos no renovar, ese sería el motivo y es fácil de ver. No tenemos un tercer fabricante y hay una razón para ello: el retorno no coincide con la inversión. Estamos buscando un cambio total en las regulaciones de motores para que podamos ahorrar millones de dólares en costos técnicos anuales, si no lo hacemos, entonces será demasiado dinero y sería mejor destinarlo a otra cosa, tal vez una mayor inversión en la Fórmula 1 o en otro de nuestros programas de deporte motor.
Vía RACER