La relación terminó de estallar ayer. Fernando Alonso se había mostrado muy crítico con la poca velocidad que podía extraer de la Unidad de Potencia de Honda durante todo el año, sin embargo, este fin de semana en Spa-Francorchamps la situación ha terminado de reventar, a buen seguro porque el propio piloto asturiano está viendo que McLaren cada vez parece más orientada hacia una temporada más con el fabricante nipón como suministrador aunque esto pueda significar perder a su estrella una vez que su acuerdo llegue al final.
Después de salir décimo de parrilla e incluso, llegar a situarse séptimo después de una gran salida, Fernando Alonso fue cediendo posiciones de forma gradual, viéndose superado en muchas ocasiones por la mayor potencia de sus rivales. Ya instalado en posiciones fuera de los puntos, Alonso preguntaba por radio sobre las posibilidades de lluvia, justo después de lanzar un público y lapidario mensaje de “avergonzante, realmente avergonzante” que venía precedido también de la petición al equipo de que no hubiera más comunicaciones de radio ni información acerca de las diferencias de tiempo entre sus competidores.
Tras recibir la respuesta acerca de las condiciones meteorológicas (no habría prevista lluvia en lo que quedaba de carrera), Fernando Alonso informaba al equipo sobre un problema de motor y tomaba el camino a boxes para sumar un nuevo abandono esta temporada. El bicampeón dejaba a la vista un nuevo fallo técnico por parte del propulsor suministrado por Honda, sin embargo, tras una revisión inicial, los nipones han confirmado que no hay nada mal en su unidad de potencia que pudiera provocar la decisión de retirar el monoplaza.
Nos comunicó por radio que creía que había un problema con el coche, a pesar de que no había nada en los datos que mostrara un problema, decidimos para el coche como precaución.
Obviamente esta confirmación ha apuntado directamente hacia la teoría de que fue Fernando Alonso el que decidió abandonar por decisión propia y no realmente por un problema de motor. El propio Alonso afirmaba en su entrevista después del Gran Premio que el coche era demasiado lento en las rectas y que era imposible mantener batallas con el resto de rivales por lo que los puntos se habían convertido en una utopía. La otra teoría que ha surgido es que la decisión del piloto español también buscaba el estirar un poco más la cuerda y provocar la toma de decisiones por los de Woking, preferiblemente una ruptura entre McLaren y Honda, en un fin de semana en el que Alonso ha sido el centro de la Silly Season.