Las cornetas habían empezado a sonar de fondo. En una de las semanas más convulsas del automovilismo del último año, Citroën anunciaba su marcha del Mundial de Rallyes, mientras que Volkswagen limitaba su presencia en las carreras únicamente con tecnología 100% eléctrica. De esta forma, las dudas de Honda acerca de su continuidad en la Fórmula 1, así como la auditoria interna a la que someterá Renault a cada uno de sus departamentos, generaba cierto vértigo ante un posible castillo de naipes que se tambaleaba.
El fabricante nipón acaba de confirmar que amplía su acuerdo con Red Bull Racing y con la Scuderia Toro Rosso (en el futuro se conocerá como Alpha Tauri F1) hasta finales de la temporada 2021, lo que significa una prórroga de un año sobre el acuerdo inicial. De esta forma, Honda podrá trabajar otras dos temporadas con los austriacos después de demostrar su competitividad al acumular hasta tres victorias en lo que llevamos de temporada junto a Max Verstappen, así como los podios de Daniil Kvyat y Pierre Gasly en las “excepcionales circunstancias” de los Grandes Premios de Alemania y Brasil.
También da algo más de tiempo a ambas escuderías, la cual debería preparar un plan B en caso de que llegados a final de la temporada 2021 Honda decida cambiar su estrategia deportiva y abandonar el Mundial de Fórmula 1 al no conseguir alcanzar el equilibrio entre inversión/rendimiento que persiguen (durante los dos últimos años han realizado un gasto mayor para intentar cerrar la brecha). Las alternativas no son demasiadas. Las opciones de Volswagen se han eliminado por completo, y tan solo otra marca del Grupo germano podría tomar el testigo de los de Wolfsburgo. Aston Martin, Porsche, Cosworth o Lamborghini son algunos de los fabricantes que se han mostrado interesados o que se han involucrado en las conversaciones sobre la normativa técnica de motores a partir de 2021.
