Honda se lleva la última edición de los 1000 km de Suzuka

La edición de 2017 de los 1000 km de Suzuka siempre iba a ser algo especial. Por cuadragésimo sexta vez en su historia, el circuito nipón fue sede de una de las carreras con una trayectoria más larga en el automovilismo. Esa trayectoria llega a su fin en 2017 puesto que a partir del próximo año la carrera se reemplaza por una carrera de resistencia de 10 horas. Por ello, los equipos del Super GT traían cantidades ingentes de motivación puesto que ganar la última edición de los 1000 km de Suzuka es suficiente para pasar a la historia. En una carrera singular, el triunfo fue para el coche menos pensado: la victoria del Honda de Nakajima Racing con los a menudo vapuleados neumáticos Dunlop rompió una racha de diez años sin triunfos para el equipo de Satoru Nakajima. Por detrás, Kamui Kobayashi logró ser cuarto en su debut en el Super GT mientras Jenson Button tuvo un debut horrible y no pudo ni llegar a los puntos en el coche de Mugen.

GT500: Nakajima Racing gana de nuevo tras diez años

La sesión clasificatoria del Super GT en los 1000 km de Suzuka suele ser menos importante que en las otras carreras puesto que los competidores tienen seis horas por delante para recuperar -o perder- posiciones en pista. A pesar de todo, un buen puesto en parrilla siempre es interesante y sirve para demostrar qué coches deben ser considerados favoritos, con los seis u ocho primeros clasificados como teóricos candidatos a la victoria. En este caso, la pole position fue para el Nissan de Kondo Racing con un João Paulo de Oliveira que batió el récord de los GT500 en Suzuka. Tras él, el Lexus del Team Bandoh con Kamui Kobayashi completó un sorprendente doblete de los coches con neumáticos Yokohama mientras Jenson Button tenía que conformarse con la novena posición. Entre ellos, los Nissan de los equipos Impul y MOLA junto a los Honda de Real Racing, Nakajima Racing y Team Kunimitsu formaban el contingente que esperaba volver a lograr frenar a Lexus tras lo ocurrido en Fuji.

La salida del GT500 fue bastante limpia, con el coche de la pole manteniéndose en primera posición por delante de sus rivales. El Nissan de Kondo Racing mantuvo la cabeza de carrera hasta ser superado en la vuelta 13 por un animado Honda Keihin que se convertía en el segundo líder de la carrera después de dar cuenta del Lexus WedsSport. Los dos coches con neumáticos Yokohama que partían desde las dos primeras posiciones protagonizaron un momento tenso saliendo de la horquilla en el segundo sector que acabó con una víctima colateral en forma del Nissan MOLA tocando el muro con un Katsumasa Chiyo que no pudo evitar una situación desagradable para el número 46. El resultado fue un alerón trasero dañado para él, obligado además a volver al garaje y perder toda opción de firmar un buen resultado. La llegada de las primeras paradas trajo una cierta intriga con cambios de posición y con un unsafe release en el debut de Jenson Button en el Super GT que le costó al coche de Team Mugen un drive through que hizo que el británico pasara del tercero al undécimo puesto.

Tras las paradas, el Honda Keihin se encontró con un sólido liderato sobre el Lexus WedsSport y sobre todo sobre el tercer clasificado, el Honda de Nakajima Racing pero el tiempo de ventaja del líder desapareció de un plumazo al salir el coche de seguridad por un toque entre dos coches en GT300. Tras seis vueltas de carrera neutralizada, la acción se reanudó con los quince participantes en GT500 en apenas unos segundos. La carrera evolucionó a favor de los Honda con el coche de Nakajima Racing subiendo al segundo puesto aunque con más problemas para la máquina de Mugen con un pinchazo. El peso de los Lexus junto con problemas para los Nissan -incluyendo una sanción para el coche de NISMO por otro unsafe release– ayudaba a los Honda, con la carrera poco a poco inclinándose hacia su lado de la balanza. Aún así, un accidente en GT300 volvió a forzar la presencia del coche de seguridad, eliminando la ventaja que el Honda Keihin de Real Racing tenía.

Después del segundo coche de seguridad que duró algo más por un error a la hora de separar los grupos de GT500 y GT300, parecía claro que no se iba a llegar a completar la distancia de 173 vueltas antes de llegar al límite de tiempo de seis horas. Con el Honda Raybrig del Team Kunimitsu remontando y llegando al cuarto puesto después de adelantar al Nissan del Team Impul en una batalla entre los coches azules del certamen, la marca que tanto sufrió en las primeras carreras de 2017 situaba a tres coches en las cuatro primeras posiciones. Desafortunadamente para los intereses de Button, ninguno de ellos era el de Mugen, que recibió otra penalización, en este caso por adelantar bajo banderas amarillas. Más drama llegaría con un toque entre el Lexus au TOM’S y el Nissan Calsonic Impul, quedando ambos fuera de combate aunque aún en pista en una carrera en la que ambos equipos habían trabajado duro para optar a firmar un buen resultado. En cabeza, una mala parada del Honda Keihin le dio el liderato al coche de Nakajima Racing, preparando un último stint con emociones fuertes hasta el final.

Pero si por algo ha sido conocida la temporada 2017, es por la maldición que Honda lleva encima y a pesar de haber dominado la carrera, el coche de Keihin sufrió un reventón que lo acabó mandando contra el muro y le dejó fuera de carrera. El inesperado problema del coche de cabeza dejaba al Honda de Nakajima Racing con los colores de Epson en primer puesto con el Nissan de NISMO por detrás y con mejor ritmo. Tras ellos, el Lexus Denso se mantenía tercero aunque con el Honda Raybrig mostrándose más veloz. Con treinta y cinco minutos para el final y doble pelea por delante, el final seguía prometiendo las emociones fuertes que se esperaban desde la salida. Tanto fue así que en las últimas vueltas se vio de todo, empezando por una salida de pista de Kohei Hirate con el Lexus del equipo Sard tras haber sido adelantado por Naoki Yamamoto y el Honda del Team Kunimitsu mientras luchaban por el tercer puesto.

El legendario Honda con los colores de Raybrig completó por lo tanto la carrera en tercera posición mientras la persecución del Nissan de NISMO no llegó a completarse con éxito y tuvo que conformarse con el segundo puesto. De no ser por la sanción a causa de lo ocurrido en su parada en boxes, bien podrían haber ganado la carrera. Al final, ese honor fue a parar a manos del Honda de Nakajima Racing, obteniendo su primera victoria desde la última carrera de la temporada 2007 en Fuji. Un final ideal para una carrera mítica con nombres destacados en lo más alto del podio. A fin de cuentas, una victoria de esta estructura y de los neumáticos Dunlop no sucede cada día. La próxima carrera será en Tailandia los días 7 y 8 de octubre, ya con la mitad de lastre antes de acabar la temporada en Motegi en noviembre sin pesos añadidos.

 Clasificación general GT300

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