Seguramente nos las prometíamos demasiado felices con la reglamentación Hypercar que será protagonista los próximos años del Mundial de Resistencia. En las primeras versiones de la normativa se hacía referencia a que los equipos que quisieran involucrarse en la clase reina desde la primera temporada de esta nueva normativa deberán producir al menos 25 unidades de la versión legal de calle antes del final de la campaña 2020-21, cifra que aumentaría para la 2021-22 hasta las 100 unidades. Había que frotarse las manos, porque esto nos podía llevar a una nueva era gloriosa como la vivida con los GT1, con superdeportivos creados para la carretera que fueran prácticamente réplicas de los que se veían en los circuitos del WEC.
Aquel lejano 2018 parece que finalmente está demasiado lejos y que mucho de lo que se trató en aquellos borradores de reglamento se ha ido modificando ampliamente hasta encontrarnos con algunos asteriscos en la normativa que acabarán con el sueño de más de uno. La confirmación ha llegado a través de unas declaraciones de uno de los responsables del proyecto Peugeot Sport concedidas al medio CarThrottle, en las que precisamente se confirma que lejos de lo que pensábamos, los fabricantes no estarán finalmente obligados por reglamento a construir ese número de unidades de serie de las que se había hablado.
Estamos entrando en la categoría Hypercar de Le Mans mediante la construcción de un prototipo 100% de carreras únicamente. No debemos construir ningún modelo de coche de carretera/Hypercar de carretera ni tener ninguna conexión con un modelo de carretera para obtener la homologación de nuestro coche de carreras. No obstante, existen puentes entre Peugeot Sport Engineered y el programa de resistencia de Peugeot.
Aquí la conclusión que podemos sacar es que Peugeot seguramente pueda eludir esta normativa a través de su nueva gama de productos de carretera en asociación con Peugeot Sport. La normativa inicial indicaba que cada fabricante podía utilizar su propia silueta para los coches con inspiración de sus vehículos de calle y que además todas estas unidades de producción deberían compartir el mismo motor térmico y el ERS que nos encontraremos en la versión de carreras, obviamente con las modificaciones específicas para que puede circular por la calle.
En el caso de la firma francesa esto supondría que debería emplear en uno de sus modelos el propulsor térmico que ha desarrollado, un V6 biturbo de 2.6 litros, el cual se sumará en la parte delantera de un motor/generador de 200 kW. No sería de extrañar que la firma francesa prepare algún modelo de altas prestaciones y una carrocería sedán para acoger una versión de calle de este tren motriz, algo atrevido si tenemos en cuenta que el Peugeot 508 Sport Engineered combina un motor gasolina PureTech 1.6 de cuatro cilindros y 200 CV con dos propulsores eléctricos, uno para cada eje, que entregan 110 CV en el tren delantero y 113 CV el trasero.