Nos hartamos a contarlo a principios de temporada, cuando muchos tuvieron su primera aproximación al United SportsCar Championship debido a la participación de Fernando Alonso en las 24 Horas de Daytona y finalmente IMSA ha aceptado una realidad que existía para cualquiera que quisiera verla: era imposible equilibrar las prestaciones de los DPi y LMP2 dentro una categoría de Prototipos unificada. Así pues, en 2019 cada reglamento protagonizará su propia categoría.
Pese a que los LMP2 tienen su oportunidad en trazados revirados y de hecho se han impuesto en las dos últimas citas de la IMSA (Watkins Glen y Mosport), lo cierto es que los DPi estaban siendo muy capados para igualar rendimientos, creando un enorme quebradero de cabeza a los organizadores. Por no hablar de la dificultad de hacer entender a marcas que invierten dinero en el campeonato que sus prototipos deben ser ‘castrados’ para dar oportunidades a los equipos privados tras haber gastado buena parte de su presupuesto en mejorar sus DPi…
No sólo los DPi serán bastante más rápidos en 2019 al no depender ya del ritmo de los LMP2 para establecer su rendimiento ideal por reglamento mediante Balance of Performance, sino que además IMSA ha decidido que la categoría LMP2 regrese a un estatus Pro-Am, asemejándose así mucho más a lo que vemos en el Mundial de Resistencia, las European Le Mans Series o las Asian Le Mans Series.
Foto | Cadillac Racing