Sin opciones en Ferrari, McLaren, Red Bull Racing, Renault y Mercedes-AMG F1, el destino de Sebastian Vettel dentro del Mundial de Fórmula 1 genera muchas dudas e incluso ha hecho que muchos comiencen a hablar sobre si el alemán podría tomarse 2021 como un año sabático o directamente plantearse la retirada. Las próximas semanas serán clave para el destino del tetracampeón y durante los últimos días, la opción de recalar en Aston Martin Racing, lo que hasta ahora conocemos como Racing Point, parecen haber cobrado mucha fuerza.
Sería la opción más competitiva seguramente de las que restan, especialmente si descartamos las posibilidades de Red Bull y Mercedes-AMG F1, los cuales, si bien no han confirmado definitivamente sus alineaciones para la próxima campaña, sí han asegurado estar contentos con sus actuales pilotos. A no ser que esta situación cambie en los próximos meses, Vettel deberá buscar en otras estructuras la posibilidad de competir después de haber expresado su intención de permanecer en el deporte.
Es precisamente Racing Point, o Aston Martin Racing a partir del año que viene, la que se ha establecido como opción más real, especialmente después del rendimiento mostrado en los dos primeros Grandes Premios de la temporada. La prensa alemana informó a principios de esta misma semana que la compañía, ahora propiedad de Lawrence Stroll, habría contactado ya con Sebastian para hablar de una primera oferta y el acuerdo estaría cerca de cerrarse a falta de “detalles menores”, contradiciendo las declaraciones oficiales de su jefe de equipo durante la semana pasada.
Sería Sergio Pérez el que abandonaría la escudería con sede en Silverstone a través de una clausula económica que permitiría su salida a finales de año (tiene contrato hasta finales de 2022) siempre que se ejecute antes del 31 de julio. De no llevarse a cabo, otras estructuras como HAAS F1 Team ya han hablado abiertamente de que les encantaría tener entre sus filas a todo un tetracampeón del Mundo, sin embargo, parece un esfuerzo financiero difícil de alcanzar por los estadounidenses.
Alemania se queda poco a poco sin relevo:
Puede parecer raro cuando hablamos de un país con tanta tradición en el automovilismo como Alemania, pero lo cierto es que actualmente solo nos encontramos a Sebastian Vettel como representante del país dentro de la parrilla y su marcha sería un golpe importante para el deporte del motor. Hace una década la situación era muy distinta, con un tercio de la parrilla formada por pilotos de habla germana, entre los que nos encontrábamos al propio Vettel, Michael Schumacher, Nico Rosberg, Adrian Sutil, Nick Heidfeld, Timo Glock y Nico Hüllkenberg.
Las marchas de Pascal Wehlrein (ahora en la Fórmula E) y de los dos Nico, siendo Hülkenberg el último que se quedaba sin asiento, ha hecho que los pilotos de esta nacionalidad hayan pasado a ser minoría frente a Gran Bretaña o Francia, e incluso se corre el riesgo de desaparecer por completo si finalmente Vettel abandona la parrilla y Mick Schumacher no está preparado para dar el salto. Sus actuaciones en Austria estuvieron marcadas por los errores propios y la mala fortuna, cuando tras meterse en posiciones del podio en la carrera del pasado domingo, el extintor de sus monoplaza se activaba y le obligaba a parar en la calle de boxes.
¿Qué problemas están afrontando? Al parecer, el dinero destinado por parte del gobierno a la competición se ha reducido mucho durante los últimos años, lo que afecta especialmente a los pilotos que están buscando dar el siguiente paso dentro de las categorías de formación en monoplazas. Otros como Ralf Schumacher apuntan incluso más abajo, mencionando que incluso en el karting ya no quedan prácticamente pistas, por lo que el número de pilotos del país en dicha categoría también se ha reducido significativamente.
Con las marcas menos involucradas en la competición después de que Volkswagen haya renunciado a las competiciones con motor térmico, que Audi anunciara su salida del DTM siguiendo los pasos de Mercedes-AMG, así como las decisiones de la firma de los cuatro aros y de Porsche de apostar por la Fórmula E en lugar del WEC, se han convertido en un peligroso caldo de cultivo.