Tras la primera semana de test de pretemporada, muchos apuntaron al gran equilibrio que se había alcanzado con los coches que serán protagonistas durante la campaña 2020. La fiabilidad lograda en las unidades de potencia, sumada al gran trabajo técnico realizado por los motoristas, los cuales han conseguido que los motores puedan funcionar a un rango de temperatura superior al que venían utilizando hasta ahora, todo ello ha mejorado aún más la estética, hasta el punto de que muchos se han olvidado incluso del Halo. Los neumáticos Pirelli de 2019 se impusieron a los de 2020, por lo que el conjunto que se ha logrado ha satisfecho a muchos de los actores principales del Gran Circo.
Esta satisfacción actual está cambiando en cierto nerviosismo acerca de lo que se pueden encontrar los pilotos e ingenieros con la próxima normativa técnica de 2021, siendo ya Adrian Newey y Max Verstappen los que ya han destacado lo que esperan de la misma. El diseñador británico no se ha ocultado y ha destacado una vez más que las restricciones en las normas hace que la categoría pueda pasar a ser una especie de campeonato monomarca, poniendo en peligro esa libertad de desarrollo que siempre ha habido en el campeonato.
Estoy estudiando los cambios a las regulaciones cuidadosamente porque es una oportunidad para entender cosas nuevas. Lo que no me gusta es la tendencia general a través de regulaciones sucesivas a volverse cada vez más restrictivas. El último gran cambio en 2009 fue algo bueno porque ya no teníamos tantas restricciones. La F1 se convertirá un poco en GP1, que no debería ser el caso. Fue aceptado sin tener en cuenta las opiniones de las personas y solo el tiempo dirá si es bueno para la disciplina o no – Adrian Newey a Inews
En el caso del holandés, el sentimiento está ligeramente dividido. El propio Verstappen ha reconocido lo mucho que disfruta pilotando estos coches actuales, asegurando que la próxima generación será menos divertida, al menos a la hora de conducir, aunque apunta a que deberían favorecer los adelantamientos al permitir que se pueda rodar más cerca del competidor que te precede.
Es grandioso batir récords de vueltas, pero prefiero grandes carreras para ser honesto. Estos coches son realmente geniales para conducir, son muy rápidos y definitivamente mejoraremos los registros. Pero cuando sigues a otro automóvil, se vuelve imposible porque pierdes demasiado apoyo. Y obviamente, cuanto más rápido van los monoplazas, más se intensifica el fenómeno. Creo que los autos de F1 del próximo año serán menos divertidos de manejar, pero espero que las carreras sean mejores – Max Verstappen
¿Hay razones para la preocupación para los aficionados?
Llegados a este punto, ¿hay motivos reales para temer un mal espectáculo hacia el aficionado con los nuevos monoplazas? Basados en la experiencia de la era híbrida, habría que decir que no. Todos vimos evidenciado un inicio que estuvo lejos de ser ideal, con poca fiabilidad, un sonido que distaba mucho del de los V8 atmosféricos o de los V10 y una estética que no encandiló demasiado a los aficionados. Con el tiempo, el reglamento de los coches actuales fue pulido y recuperó no solo la parte visual, sino que además se establecieron como los monoplazas más rápidos.
La intención es que ese espectáculo que se vivió en algunos Grandes Premios el año pasado como Gran Bretaña o Austria, pueda ser visible en más fines de semana, aprovechando que en teoría la brecha entre los tres equipos de cabeza y el resto debería reducirse claramente gracias a la implementación del techo presupuestario. En caso de inicio renqueante, este equipo de trabajo técnico ha demostrado sobradamente ser capaz de revertir la situación. ¿Se divertirán menos los grandes diseñadores y los pilotos? Solo el tiempo lo dirá.