El calendario extendido y provisional que la Fórmula 1 presentó esta semana tenía tres dudas contractuales en su redacción (siempre a la espera de la disminución de la epidemia de Covid-19). Vietnam desaparece y su hueco queda por ahora vacío, mientras que España y Brasil contaban con un asterisco y un escueto subject to contract que no aclaraba dudas en dos carreras cuestionadas. Parece que el contrato con Catalunya se va a renovar por otro año más a la espera de una extensión larga que sí parecen haber alcanzado en São Paulo.
Parece que el Gran Premio de Brasil se queda en su trazado habitual después de varias dificultades en el proceso de renovación a caballo entre dos gestores distintos en la metrópolis paulista y en la propia Fórmula 1. El anterior alcalde de São Paulo, Fernando Haddad, firmó en 2013 (con Bernie Ecclestone) un contrato a siete años que acababa esta temporada y hubiera incluido un nuevo pit lane en la Reta Oposta, con más espacio para el paddock y garajes. Dicho traslado del pit lane no llegó a producirse a pesar de las quejas de los equipos de F1 por su estrechez, aunque se amplió el espacio del paddock en una obra finalizada en 2019.
En cuanto a la carrera en sí, el presidente brasileño Jair Bolsonaro anunció a principios de 2019 un nuevo proyecto de circuito en Rio de Janeiro que ha contado con la oposición de varios actores políticos, en especial desde que se supo que la ubicación dónde se pretende edificar presentaría varios problemas medioambientales. El gobernador de São Paulo, João Doria, y el alcalde paulista Bruno Covas han anunciado la renovación sin la confirmación por parte de Liberty Media, aunque Covas ya ha desvelado hasta la duración del nuevo contrato:
El contrato se firmará en próximos días, será válido por cinco años y tendrá una cláusula de extensión de otros cinco, que puede ser activada hasta 2030.
Interlagos es uno de los circuitos más queridos por los aficionados y temidos por los equipos, tanto por su corto desafío inigualable como por su ambiente envidiable y riesgo constante de ladrones en los alrededores. São Paulo es una de las ciudades más peligrosas y desorbitadas de América y su circuito es un escenario al que muy poca gente se opone como sede de carreras, si bien su concepto más allá del asfalto ensombrece el séptimo lugar más visitado de la historia de la Fórmula 1 y dónde han ganado casi todos los campeones desde su primer GP en 1973.