Lo ha estado trabajando mucho tiempo, con el objetivo en mente de volver a pelear por los grandes puestos de la general. Tanto lo ha perseguido que finalmente lo ha logrado. En el próximo Rally Dakar, Isidre Esteve volverá a cambiar de vehículo, pero en este caso será para luchar entre los mejores, en este caso al volante de una Toyota Hilux T1+, la cual cuenta con todas las ventajas reglamentarias que supuso la entrada de la nueva reglamentación el año pasado.
“Hemos dado un paso adelante muy importante. Este nuevo modelo nos permite pilotar mucho más rápido tomando la mitad de riesgo que el año pasado”, esta frase de Esteve es ya toda una declaración de intenciones, teniendo tiempo además para ponerse a prueba y empezar a aclimatarse a su nueva montura ya en el próximo Rally de Marruecos, fecha en la que él también estará presente y que se disputará ya desde finales de la próxima semana y que vendrá precedida de unas jornadas de test previas en el norte de África.
El concepto es igual que el que empleó Nasser Al-Attiyah para ganar el pasado Dakar en enero, aunque en este caso, será más parecida a la unidad que empleó Yazeed Al-Rajhi y que terminó en tercera posición, en este caso tratándose de una Hilux T1+ montada por Overdrive y que contaba con el motor V8 atmosférico de 5.0 litros de capacidad en lugar del V6 biturbo que emplearon las oficiales.
Galería de imágenes – Toyota Hilux T1+:
Pasamos a integrarnos en la categoría T1+, la más competitiva del Dakar, con uno de los 50 coches del máximo nivel que tendrá la prueba. Hemos dado un paso adelante muy importante. Los coches de esta división suponen un importante salto adelante a nivel técnico. Si queríamos seguir creciendo y ser competitivos debíamos hacernos con una de estas unidades, y lo hemos conseguido. Los primeros kilómetros de test con el Toyota Hilux T1+ confirman que el salto adelante es impresionante – Isidre Esteve
Los principales cambios no están sin embargo en la parte mecánica, ya que la evolución de la T1+ respecto a la Hilux T1 que ha venido empleando durante los últimos años Isidre junto a su copiloto, Txema Villalobos, es mayúscula. Entre otras cosas, los neumáticos ganan 14 centímetros de diámetro y otros siete de anchura, montados en este caso sobre llantas que también incrementan su diámetro de 16 a 17 pulgadas. Además, el recorrido de suspensiones pasaba de 275 a 350 mm, algo que supone no sólo un gran avance en términos prestacionales, sino que para ellos tiene especial incidencia en lo referente a pinchazos, una tarea que, de producirse, debía afrontar en solitario Txema el procedimiento de cambio de rueda.
