El pasado 11 de febrero, X-Raid publicaba en redes sociales un mensaje de despedida a uno de sus pilotos más leales durante los últimos años. “Muchas gracias por todos los grandes momentos que hemos vivido juntos, por las numerosas victorias y el éxito de la Copa Mundial de la FIA en 2018. Buena suerte para el futuro”. Despedida muy emotiva en la que ni siquiera se mencionaba el nombre de Jakub Przygonski, simplemente se adjuntaba una foto del piloto placo y su copiloto, Timo Gottschalk.
La marcha de Kuba, Campeón de la Copa del Mundo FIA de Rallyes Cross Country en 2018 responde a la última gran salida de X-Raid, optando en este caso por competir a partir de ahora con una de las Toyota Hilux V8 4×4 de Overdrive después de cinco temporadas conduciendo el MINI JCW Rally 4×4. Antes que él también decidieron marcharse pilotos como Yazeed Al-Rajhi o el propio Nani Roma.
La falta de evolución por parte del tracción total desarrollado por los de Sven Quandt, sumado a la dificultad para acceder al volante de uno de los buggies, reservados hasta ahora para los pilotos principales y con apenas apariciones puntuales del propio Przygonski y de Yasir Bin Seaidan, parecen haber terminado por decantar la balanza de Jakub a la hora de buscar un proyecto competitivo de cara a luchar por el título intercontinental en 2020 y prepararse para el futuro Campeonato del Mundo.
La confianza en el prototipo T1 de los belgas está más que justificada gracias a su gran fiabilidad y a la capacidad de seguir evolucionando un concepto que se estrenó hace poco más de dos años para el Dakar de 2018. Será una buena oportunidad para Overdrive teniendo en cuenta que Nasser Al-Attiyah está preparando su presencia en los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020, por lo que su temporada se verá seriamente afectada para la disputa de pruebas de tiro.
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