El director técnico de Mercedes en Fórmula 1, James Allison, ha explicado en un vídeo los cambios del nuevo W11 con respecto a su predecesor. El nuevo coche de los de Brackley, el último antes del cambio de normativa, buscará conseguir el séptimo doblete de títulos consecutivos. Aun siendo conscientes de que acabaron el año teniendo el mejor material, sus rivales están al acecho y no pueden dormirse en los laureles si quieren mantener la inercia ganadora de los últimos años. Analizando cada pieza y viendo donde se puede mejorar, el desafío este año era mejorar el W10 con la normativa prácticamente estancada.
En la parte delantera, han realizado cambios en la suspensión, un desafío estructural grande pero que les permite jugar más con la aerodinámica en esa zona. La estructura de impacto lateral también ha sido modificada y colocada en un posición más baja, algo que ya habían adoptado otros equipos en los años anteriores y que de nuevo les da una ventaja aerodinámica. Confirma también que se ha trabajado mucho en el desarrollo del motor para tener más potencia para esta temporada y para poder trabajar a temperaturas más altas, que les permite hacer unos diseños más agresivos y que estos no comprometan la fiabilidad.
Por último, en la parte trasera del coche, han arriesgado mucho con la suspensión trasera, habiendo modificado sobre todo el trapecio inferior, ganando así libertad aerodinámica en esa zona. Habiendo validado estructuralmente todos estos avances y no comprometiendo su fiabilidad. Allison bromea diciendo que han tenido un buen invierno, lleno de trabajo, pero que finalmente ha dado sus frutos. El trabajo en cada área del coche hace que su desarrollo crezca de manera exponencial con respecto al W10 y con el que esperan que Lewis Hamilton y Valtteri Bottas dominen de nuevo esta temporada. En ningún momento del vídeo se comenta nada del sistema DAS que probaron en el segundo día de test en Barcelona.