Esperábamos como agua de mayo (no buscaba el juego de palabras, lo juro) el regreso del Bump Day a Indianápolis. Una jornada dramática y emocionante a partes iguales en la que históricamente han caído grandes nombres. Ahí está la enorme debacle de Penske en 1995. O los problemas del equipo Andretti más recientemente. Pero nadie se podía esperar que el mayor perjudicado del regreso del ‘corte’, de la necesidad de ganarse un puesto en las 500 Millas de Indianápolis, fuera un piloto del nivel de James Hinchcliffe.
Múltiples causas explican este batacazo del piloto de Sam Schmidt Petersen. La principal es que algunos de los grandes candidatos a caer en el Bump Day sorprendieron. Hay que destacar sin duda alguna el trabajo de Kyle Kaiser y Juncos Racing, autores del 21º mejor registro. Y dentro de la propia estructura de Schmidt, Jay Howard fue 18º. Además Hinchcliffe se vio afectado por la lluvia en su primer intento y no pudo disfrutar de un segundo al sentir una vibración y decidir abortarlo.
Junto a Hinchcliffe cayó también Pippa Mann, que peleó directamente con su compañero en Dale Coyne Conor Daly, más afortunado y que batió al canadiense para meterse 32º finalmente, por delante incluso de James Davison. El otro equipo que sufrió claramente en este Bump Day fue Rahal Letterman Lanigan Racing. Takuma Sato y Graham Rahal apenas fueron 29º y 30º respectivamente, pero es que Oriol Servià necesitó tres intentos para realizar cuatro vueltas lo suficientemente rápidas. Y lo logró, siendo 31º cuando parecía todo perdido al volante de un coche con graves problemas de estabilidad. La experiencia es un grado.
Ahora James Hinchcliffe y Sam Schmidt tendrán que tomar una decisión importante y potencialmente impopular. En Indianápolis se clasifican los coches y no los pilotos. Por lo tanto nada impide que Hinchcliffe tome la salida al volante de otro coche. Schmidt tiene tres coches clasificados, con Robert Wickens, Jay Howard y Jack Harvey (inscrito junto a Michael Shank) al volante. ¿Sacrificará a uno de ellos para evitar que su piloto franquicia se pierda la carrera más importante del año? Algo así le ocurrió hasta en dos ocasiones a Bruno Junqueira, que cedió su volante a Alex Tagliani en 2009 y a Ryan Hunter-Reay en 2011.
En la parte alta de la tabla vimos hegemonía de Penske y Chevrolet. Helio Castroneves encabezó la clasificación y sólo Ed Carpenter amenazó sus 229,9 millas por hora de media. Y es que su equipo también tiene motivos para la celebración con Spencer Pigot y Danica Patrick igualmente metidos entre los nueve que se jugarán la pole mañana domingo. Sólo dos coches con motor Honda estarán ahí, los de Sébastien Bourdais y Scott Dixon.
Foto | IndyCar