El mundo de los rallyes hoy llora a uno de los pilotos franceses que marcaron la década de los setenta. Un hombre que siempre fue ligado mentalmente con Alpine y que fue considerado como un absoluto volantista, hasta el punto de ser bautizado como “El Mago” o “Le Fox”. Jean-Luc Thérier ha fallecido hoy en Normandía a los 73 años de edad después de que una enfermedad haya terminado con su vida tras unos días hospitalizado.
Considerado como uno de los Campeones del Mundo sin título, Thérier asombró a propios y extraños con su forma de pilotar el Alpine A110 1800, especialmente en su espectacular temporada de 1973, año en el que la firma francesa conquistó el título de Campeón del Mundo de fabricantes, único título que se disputaba antes de la introducción de la clasificación también para pilotos en 1979. En aquel año, Jean-Luc hubiera cosechado el título intercontinental, pero las circunstancias no se dieron.
Thérier no lo tuvo fácil para brillar, ni en el apartado internacional, ni en casa, donde debía compartir el cariño de los incondicionales aficionados franceses con otros tres grandes pilotos galos: Bernard Darniche, Jean-Claude Andruet y Jean-Pierre Nicolas. Todos ellos formaban el grupo de ‘Los Mosqueteros’ del que muchos consideraron que él hacía las veces de D’Artagnan por su gran talento. Rápido sobre tierra y asfalto, Jean-Luc consiguió alzarse con cinco victorias en el Mundial de Rallyes (tres de ellas en 1973, el Rally de Portugal, el Rally de la Acrópolis y el Rally de San Remo), a lo que sumaría solo unos años más tarde los dos títulos nacionales de asfalto y tierra.
Tras dejar Alpine, pilotó para Toyota e incluso le dio a Porsche una victoria en el Mundial con su triunfo en el Tour de Corse de 1980 con el 911 SC. Una época en la que fue conocido por su gran número de abandonos, no consiguiendo terminar ninguna cita entre los años 1976 y 1980. Además de competir en las 24 Horas de Le Mans en estas cuatro ocasiones, con escasa fortuna en tres de esas participaciones y finalizando décima en la restante, Thérier se decidiría a competir en el Rally París-Alger-Dakar en 1985, quedándose fuera de carrera cuando apenas se llevaban disputadas completamente dos etapas.
El accidente sufrido con su Citroën Vista 1000 Pistas en la jornada de In Salah – In Amgue (se encontraba realizando los mejores tiempos en los controles de paso) terminó con su carrera deportiva al quedar con una gran discapacidad en uno de sus brazos, el izquierdo. A partir de ese momento, el piloto oriundo de Neufchâtel colaboraría con la Federación Francesa de Automovilismo, aprovechando su conocimiento tanto de rallyes internacionales como su paso por el karting y las copas monomarca (corrió con los Gordini R8). Descanse en paz.