A veces nos puede parecer que la NASCAR es una categoría que vive al margen del automovilismo. Incluso cuando sus pilotos salen de esa gran burbuja, no se van muy lejos y como mucho prueban en las 24 Horas de Daytona, también bajo el auspicio de la familia France. Pero las 24 Horas de Le Mans, como las 500 Millas de Indianápolis, están por encima del bien y del mal y por ello tampoco extraña tanto que Jimmie Johnson quiera terminar probando suerte en La Sarthe.
Con 42 años y ocho títulos de la NASCAR en su palmarés en plena renovación generacional del campeonato, es obvio que la carrera de Johnson está más próxima de su fin que de sus inicios. Pero al contrario que algunos de sus antiguos colegas como Dale Earnhardt Jr., Johnson no sólo no se plantea aún la retirada sino que además no piensa cortar de raíz con el automovilismo.
Como explicó al San Diego Union-Tribune en vísperas de la Daytona 500 (que terminó en desastre para él), «la retirada no es algo en lo que piense. Ni siquiera sé a qué edad se solían retirar antes. Mark Martin (que compitió hasta los 55) lo alargó todo bastante. Desde mi punto de vista, tal y como me encuentro ahora, lo más importante es que aún lo disfruto y que aún hay carreras que quiero disputar tras la NASCAR como las 24 Horas de Le Mans o las de Daytona».
No sería en todo caso su primera aproximación al mundo de la resistencia, pues ya ha disputado Daytona en el pasado, y además cuenta con una buena referencia en Jeff Gordon, vencedor de las 24 Horas en 2017. Ahora bien, ver a un piloto de la NASCAR probar suerte en Le Mans es algo más raro, siendo Michael Waltrip y Brian Vickers alguno de los ejemplos más recientes, ambos como compañeros de Rob Kauffmann en 2011 y 2012 respectivamente. Eso sí, algo nos hace pensar que Johnson lo intentaría con Corvette Racing…
Donde sí que no le veremos jamás es en Indianápolis, pues aunque se le pasó por la cabeza en el pasado, su esposa vetó cualquier posibilidad de realizarlo una vez se convirtiera en padre ante la mayor sensación de peligro que le dan los monoplazas.
Via | San Diego-Union Tribune