La NASCAR continúa con la fase de desarrollo de su nueva generación de coches, el GEN 7, que se espera que haga su debut oficial en las 500 millas de Daytona de 2021. El prototipo, diseñado por Richard Childress Racing, hizo su primera prueba en pista el pasado mes de octubre en el circuito de Richmond, con Austin Dillon al volante, y con una decoración de camuflaje. En esta ocasión, ha sido Joey Logano, campeón de la categoría en 2018, quien se ha puesto a los mandos del vehículo.
Unas pruebas que se realizaon durante la jornada de ayer, y que continuarán en el día de hoy en el circuito de Phoenix, donde el año que viene se disputarán dos carreras de la NASCAR, incluyendo la ronda final del campeonato. Ya sin camuflaje, se aprecian mejor las líneas del coche, con una silueta más estilizada y más predominio de la aerodinámica en la parte posterior. Se realizaron pruebas con diferentes spoilers traseros, y se pudo ver mejor el nuevo difusor.
Otro de los cambios que se volvieron a ver en este test fueron los nuevos neumáticos, que al igual que sucederá con la Fórmula 1 en 2021, pasarán también a estar montados en llantas de 18 pulgadas, frente a las 15 que se utilizan ahora. Las nuevas llantas recuerdan en formas a las que se montan algunos de los vehículos de la categoría GT3, aunque en este caso mantienen la esencia de la NASCAR y siguen uniéndose al buje con cinco tornillos.
Steve Phelps, presiente de la NASCAR, espera que este coche devuelva el espíritu de «Stock Car» a la categoría, y espera que los nuevos vehículos debuten en las Speedweeks de Daytona en 2021. Por otra parte, también ha comentado sobre la posibilidad de que los coches tengan algún tipo de suplemento de potencia eléctrica, con regeneración de energía, concepto que desarrollarán en el próximo año. El siguiente test del GEN 7 será en el circuito de Homestead, el próximo mes de enero, para el cual todavía no se han revelado más detalles.
👀
The Next Gen test continues from @ISMRaceway. pic.twitter.com/B2nvRhQKWK
— NASCAR (@NASCAR) December 9, 2019