Johan Kristoffersson consigue su décimo triunfo de la temporada y Volkswagen ya es campeona por equipos

Penúltima prueba de la temporada y último fin de semana sobre suelo europeo. El Mundial de RallyCross se despedía del viejo continente todavía sin conocer cuál será su calendario para 2019. Llegábamos con la pelea por el subcampeonato en todo lo alto. Nueve puntos separaban a Ekström, Solberg, Bakkerud y Loeb (Timmy Hansen perdió el tren tras tener que montar un motor nuevo en Austin y penalizar de nuevo, -30 puntos) en un objetivo de consolación al que se tenían que aferrar todos ellos después de la exhibición realizada por Johan Kristoffersson este año.

Precisamente la otra pregunta por resolver era precisamente si el sueco conseguiría sumar el décimo triunfo del año, en este caso con el único borrón este año realizado en Mettet, final que sería ganada por Sébastien Loeb. El sábado en el circuito de Estering nos dejaría grandes carreras y mucho contacto, especialmente en la característica horquilla del trazado germano, punto en el que precisamente Kevin Eriksson trataría de repetir el adelantamiento que le dio su primera y única victoria en 2016, realizándole un exterior del que se conseguiría recuperar Petter Solberg gracias a la velocidad y tracción del Volkswagen Polo R Supercar. La primera jornada terminaba con los dos hombres del PSRX y Volkswagen Sweden en cabeza, repartiéndose los triunfos en Q1 y Q2, aunque con Kristoffersson liderando la clasificación intermedia gracias a su segunda plaza en la primera manga.

Curiosamente Larsson trataría de repetir la maniobra de Eriksson en la segunda carrera de la Q3, sin embargo, el sueco se iba contra las barreras y se veía relegado a las últimas posiciones de la general en lo que era su particular lucha por encontrar un hueco entre los 12 primeros. Loeb, muy retrasado en la clasificación al final del sábado también se veía obligado a salir muy atrás en la tercera manga, algo que terminaba con el alsaciano fuera de pista después de perder el control en la frenada del Peugeot 208 WRX y quedarse ligeramente atascado en la trampa de arena. Incluso los dos hermanos Hansen tendrían un ligero contacto en la cuarta carrera de la Q3 en la primera frenada después de que Bakkerud defendiera el cuerpo a cuerpo con el Audi S1 EKS RX y cerrando a Timmy la frenada.

Fin de semana aciago para el equipo Guerlain Chicherit, después de que Liam Doran fuera descalificado de la Q1 por una infracción técnica y que el piloto francés tuviera un trompo en la primera vuelta de la Q4 que le dejaría sin opciones de sumar más puntos. Solo Anton Marklund conseguiría superar el corte como representante de los Renault Mégane RS RX. Los Volkswagen por su parte eran inalcanzables, incluso saliendo por delante de la primera sección, los Polo R Supercar eran lo suficientemente rápidos como para emparejarse a sus competidores y superarles en la frenada antes de entrar en la curva revirada.

En la primera semifinal nos encontrábamos a los dos Volkswagen del equipo PSRX acompañados por los hermanos Hansen, Baumanis y Marklund. Prometía saltar chispas ya desde el primer metro, especialmente tras la fulgurante arrancada de un Solberg que trató de hacer un hueco entre Kristoffersson y Timmy Hansen, algo que terminaría con montonera en la horquilla, con los dos Polo tocándose entre ellos y con Kevin mandando contra el muro interior al 208 WRX de su hermano mayor. Con el coche del sueco cruzado en la pista, el contacto de los coches que venían tras él fue irremediable. Pista libre para Kristoffersson, Solberg y Kevin, los cuales obtenían su pasaporte a la final, mientras que un Timmy fuera de control volvía a hacer contacto con el Campeón de Europa de 2017.

La segunda semi tenía a los dos Audi saliendo desde primera línea, con Niclas Grönholm y Loeb compartiendo línea y recordando a muchos duelos pasados del francés con Marcus. Los dos Ford Fiesta Supercars de Olsbergs partían desde el final, algo que no les impidió para remontar posiciones y que incluso Eriksson pudiera pasar a Loeb en la primera frenada. Con un combativo Grönholm metido en todas las batallas, los pilotos del EKS RX dominaron la carrera después de un ajetreado inicio, mientras que Loeb no podría adelantar finalmente a Kevin, después de tratar de superarlo en la sección rápida intermedia y que el sueco le terminara cerrando la puerta. El contacto contra las vallas dejó al de Peugeot sin dirección y fuera de carrera a falta de una vuelta, mientras que Niclas acompañaba a los dos pilotos del EKS RX en el pase. Muy enfadado, el francés recibía un gran varapalo a sus opciones de subcampeonato.

La gran final estaría marcada por el gran accidente de Kevin Hansen en la tercera vuelta. Hasta entonces, el sueco se aprovechó para meterse en posiciones de podio después de que Solberg terminara contras las protecciones en la pelea entre los hombres de Audi y Volkswagen. Kristoffersson mandaba, Bakkerud y Ekström los seguían de cerca y Niclas Grönholm trataba de defenderse de Petter Solberg. La bandera roja aparecía a pesar de que en un primer momento se vería a Kevin Hansen abrir la puerta para salir del coche. La ambulancia tenía que entrar para trasladar al piloto de Peugeot conun fuerte dolor en la espalda y obligando a una resalida para afrontar todas las vueltas. Los mecánicos de Volkswagen trataban de afanarse en bajar la temperatura del motor del Volkswagen de Solberg para la resalida de la carrera. No aguantaría, la mecánica dejaba fuera al noruego cuando estaba peleando por meterse en el podio con Bakkerud, mientras que Kristoffersson se anotaba su décima victoria del año por delante de su compatriota, Mattias Ekström.

El único consuelo para el noruego era sin duda el título Mundial del PSRX Volkswagen Sweden (también se llevaba el trofeo Super Charge a la mejor salida. A falta de una prueba, Ekström es segundo con cuatro puntos de renta sobre Solberg, siete con Bakkerud y 13 sobre un Loeb que ya tiene opciones remotas.