Ser despedido en plena temporada por bajo rendimiento debe ser una experiencia muy amarga y así lo acepta Jolyon Palmer, quien una vez finalizado el pasado Gran Premio de Japón se trasladó hasta su hogar en Inglaterra, donde deberá replantearse su carrera profesional, tomando en cuenta la mancha en su trayectoria que representará su pasantía por la Fórmula 1. En su más reciente entrevista, Palmer dejó entrever que le gustaría probar suerte en la IndyCar, aunque la posibilidad de desembarcar en la categoría norteamericana no está fácil para 2018, tomando en cuenta los asientos que aún quedan disponibles.
Palmer tiene 26 años y en su palmarés destaca el ganar el título de la GP2 en la temporada 2014, en su cuarto año en la serie. Debutó en la Fórmula 1 en 2016 con el equipo Renault, pero en 35 grandes premios apenas en dos alcanzó puntos, décimo en Malasia en su primer año y sexto en Singapur en el presente campeonato. Con tan pobre desempeño, el mismo piloto admite que no siente ningún alivio por el desenlace de su situación ya que tal vez sea un adiós definitivo a la Fórmula 1.
Agradeció públicamente a Renault por la oportunidad brindada y a su equipo de ingenieros ya que en muchas ocasiones fueron capaces de reparar su coche a tiempo, tras sufrir un accidente antes de la carrera. Añadió que extrañará el ambiente y las amistades que dejará en Renault, pero la vida continúa y cuando esté en su casa lo primero que hará será comer en grandes cantidades y luego, sentado cómodamente en su sofá, analizará las opciones más interesantes para regresar al automovilismo.
Es hora de decir adiós, ha sido una temporada difícil y algunas cosas no las pude controlar. Quería que todo fuera mejor pero no fue así. He tenido gran relación de trabajo con los ingenieros de Renault, una lástima que no salió bien, no puedo culparlos. Me he divertido mucho, voy a echar de menos esto. Honestamente no sé lo que voy a hacer de ahora en adelante.
Vía | Grandprix247
