Donington Park ha encontrado un nuevo propietario. El famoso trazado británico está actualmente relegado a ser la sede de muchas competiciones nacionales tras sus conocidas apariciones en el Mundial de Motociclismo y en su único Gran Premio de Fórmula 1, vencido por Ayrton Senna en la copiosa lluvia de 1993. Pero el futuro del circuito parece tener algo más de vida después de entrar en el catálogo de Jonathan Palmer, un curioso empresario con pasado automovilístico.
Antes de entrar en el mundo de los negocios, Palmer fue un piloto de relativo éxito. Campeón de la Fórmula 3 británica y del Europeo de Fórmula 2, estuvo seis años en la Fórmula 1 sin pasar nunca de equipos de zona media. Compitió en el BTCC y en varias ediciones de las 24 horas de Le Mans y otras carreras de resistencia. Fue comentarista de Fórmula 1 en televisión tras la muerte de James Hunt y tiene dos hijos, Jolyon y Will, que han seguido sus pasos en el mundo del pilotaje.
Quizá les sea más complicado seguir el ejemplo de su padre como empresario. Jonathan Palmer creó PalmerSport en 1991 y se introdujo en el mundo de los eventos de conducción en circuito cerrado. Dichos eventos se ampliaron en el año 2000 con la compra de la base aérea de Bedford, antigua propiedad del Ministerio de Defensa británico que transformó en circuito y oficina. Pero el gran éxito del ex piloto de RAM, Zakspeed y Tyrrell fue la creación de MotorSport Vision (MSV) en 2004.
MSV es la empresa de referencia del deporte de motor en el Reino Unido, al menos en cuanto a circuitos se refiere. Su catálogo actual incluye Brands Hatch, Oulton Park, Snetterton y Cadwell Park y su cambio de manos forma una historia peculiar. Todos ellos habían estado bajo el paraguas de Grovewood Securities, una empresa de inversión que mantuvo la operación de los trazados durante más de 30 años. La venta de Grovewood a Octagon, subsidiaria de la empresa publicitaria Interpublic, se hizo con la intención de que Brands Hatch fuera la sede del GP británico de Fórmula 1 a partir de 2002, pero Octagon cayó en bancarrota antes de firmar un acuerdo que ya se había concretado con Bernie Ecclestone.
Todas las propiedades de Octagon fueron cayendo en las manos de Palmer y sus socios en MSV y sus efectos se han hecho notar. Brands Hatch volvió a tener carreras internacionales con las visitas del DTM y del WTCC. Oulton Park es uno de los trazados más populares del país y del calendario del BTCC. Cadwell Park ha sido parcialmente renovado y puede que incluso ampliado, gracias a la compra de los terrenos adyacentes al circuito, que cuenta con una gran tradición de carreras de motociclismo. Y Snetterton ha recibido el Grado 2 de la FIA gracias a su ambiciosa ampliación interior, que ha convertido dos rectas cortadas por chicanes en un trazado sinuoso y variado.
No se queda atrás la historia de Donington Park, que abrió sus puertas en 1931 y fue recuperado para la causa carrerística en los años 1970, después de caer en el olvido tras la Segunda Guerra Mundial. Curiosamente, Donington también tuvo un breve escarceo con la Fórmula 1 en 2010, antes de ceder en su empeño por culpa de la bancarrota de la empresa a la que se le cedió el terreno. El circuito cayó en las manos de Kevin Wheatcroft, hijo del empresario que ya salvó Donington Park en la década de los 70, Tom Wheatcroft.
La fusión entre MotorSport Vision y Donington Park no deja de ser un hecho curioso, a pesar de que MSV no está vista con buenos ojos al empezar a parecer un monopolio. La mitad de los circuitos británicos asfaltados de competición forman parte de la empresa de Jonathan Palmer, que bien puede seguir ampliando sus propiedades. La única categoría internacional que visita Donington en la actualidad es el Mundial de Superbikes, así que el tiempo dirá si MSV consigue que el trazado reciba competiciones más allá de los nacionales británicos de motos, turismos, camiones, GT y coches históricos, entre otros.