Complicado Gran Premio de Japón para los pilotos españoles, que se encontraron hoy con sendos monoplazas incapaces de pelear por buenos resultados. Sin embargo y aunque ya desde la jornada de ayer estaba claro que no había mucho que rascar, tanto Carlos Sainz como Fernando Alonso pelearon duro contra los elementos y los rivales para obtener valiosos puntos y, una vez más, mostrar sus manos ante el público de la Fórmula 1. Sainz se ganó un sexto puesto que le permite mantenerse por delante de su compañero de equipo en la general, mientras Alonso fue octavo y sigue cuarto en la general.
A diferencia de hace tan solo una semana, las posiciones en parrilla de los pilotos españoles no eran en esta ocasión algo para tirar cohetes. Carlos Sainz apenas se hacía con el sexto puesto, mientras Fernando Alonso era décimo. Con monoplazas evidentemente menos optimizados para el trazado japonés, sus opciones para el domingo tampoco no eran precisamente excelentes, más allá de intentar sumar el mayor número de puntos posibles. Para ello, crucial evitar un toque en la salida y aguantar el mejor ritmo posible a lo largo de una carrera que en cualquier caso, se antojaba complicada para los dos.
En cuanto a la siempre crucial elección de neumáticos, Sainz optó por la opción más común, partiendo con neumáticos medios, mientras Alonso hacía la elección más agresiva, con gomas blandas. En el momento de la salida, Sainz logró escalar hasta la quinta posición, superando a Pérez en un momento tenso que acabó con un ligero toque entre el mexicano y Hamilton. Por su parte, Alonso realizó una gran salida y se situó en sexto puesto. Ambos pilotos mantuvieron el orden en pista durante la primera parte de carrera, hasta que Alonso paró en boxes en la vuelta 12, con unos neumáticos blandos que no aguantaban más en buen estado de uso. Volvía a pista en duodécima posición.
La parada de Sainz llegó en la vuelta 18, como uno de los últimos de la zona alta en pasar por boxes. El madrileño volvió a pista en octava posición, mientras justo por delante suyo Leclerc adelantaba a Alonso, ahora en un séptimo puesto que sería el quinto cuando los pilotos que faltaban por parar hicieran sus cambios de gomas. Mientras tanto, la ventaja de gomas permitía que Sainz superara a Alonso con facilidad en la vuelta 21. El asturiano, con unos neumáticos que no ofrecían el mejor rendimiento, era adelantado también por Hamilton un solo giro después, incapaz de defenderse.
Realizados los primeros pasos por boxes de todos los pilotos, Sainz era quinto y Alonso, noveno. Llegado este punto, Aston Martin optó por la segunda parada del asturiano, que pasaba a ser duodécimo pero sin necesidad de volver a parar. Poco a poco, iría remontando hasta ser octavo. Por delante, Sainz realizó su segunda y última parada en la vuelta 38, pasando a ocupar la séptima posición pero poco a poco iba alcanzando a los Mercedes. Al final, el madrileño logró dar cuenta de Russell, ganándose una excelente sexta posición, dos puestos por delante de Fernando Alonso, octavo a pesar de las dificultades.
