La IndyCar inició la doble cita en el Iowa Speedway, el óvalo más corto del calendario, y allí el equipo Penske demostró una pasmosa superioridad. Will Power, Scott McLaughlin y Josef Newgarden llegaron a rodar en los tres primeros lugares durante casi todo el recorrido, lideraron 248 de las 250 vueltas, lo que hacía presagiar que la victoria estaría entre ellos y justamente así ocurrió. A pesar de que se esperaban varias banderas amarillas debido a las características del circuito, de 1,438 kilómetros, y los 28 monoplazas en pista, solamente la carrera se detuvo momentáneamente por el abandono de Graham Rahal a falta de cien vueltas para finalizar.
Will Power partió desde la pole y marcó el ritmo siendo escoltado por sus compañeros de equipo, pero una vez que Josef Newgarden tomó la determinación de asumir el control resultó imparable. Primero adelantó a McLaughlin, quien se mantuvo en su estela hasta el final, y posteriormente desplazó a Power de forma contundente para imponer un ritmo que resultó complicado de seguir para sus rivales. Newgarden y McLaughlin brindaron un buen espectáculo desplazándose entre los rezagados y más atrás Patricio O’Ward intentaba seguirles y se notaba también con ritmo, pero sin llegar a comprometer en ningún tramo el triunfo de los pilotos de Penske.
Fue tal el nivel planteado por Newgarden que la carrera finalizó en poco más de hora y media, con apenas cinco pilotos en la misma vuelta del ganador. El 1-2-3 de Team Penske no pudo completarse porque Will Power rozó el muro en la curva 4 en la última parte de la carrera, percance que le relegó al quinto lugar, por detrás de O’Ward y de Marcus Ericsson. Por su parte, Álex Palou, el líder del campeonato, apenas pudo finalizar en la octava posición, manteniendo una ventaja de 98 puntos sobre Newgarden quien con este reciente triunfo asciende al segundo lugar de la tabla y le empata en número de victorias con tres esta temporada, siendo la más importante la que logró en las 500 Millas de Indianápolis.
Para destacar que Penske y Chevrolet han mostrado mayor potencia y fiabilidad en lo que respecta a óvalos, con Newgarden ganando en los tres circuitos que ha visitado la IndyCar esta temporada. En lo referente a Palou, realizó una carrera sin errores pero también sin ritmo para comprometer a los pilotos de Penske. Finalizó a una vuelta del ganador y por detrás de sus compañeros Marcus Ericsson y Scott Dixon, situación que este año no se ha observado con regularidad. Este domingo se disputará la segunda cita y no se espera que lo visto hoy cambie en lo que respecta a rendimiento de los monoplazas porque es evidente que la mecánica Chevy esta temporada luce con ventaja en óvalos sobre Honda.
Veremos si este domingo la carrera puede presentar más acción en lo que respecta a la lucha por la victoria puesto que hoy las luchas en pista fueron muy distorsionadas en el sentido de que la mayoría de los adelantamientos se realizaron cuando los líderes se mezclaron con los rezagados.