La carrera nocturna escenificada en el rejuvenecido óvalo de Gateway dejó un gran sabor de boca de cara a la definición del título de la IndyCar ya que Josef Newgarden marcó su territorio sobre el asfalto, con respecto a sus veteranos compañeros de equipo, en tanto Scott Dixon protagonizó una actuación memorable si se toma en cuenta que es el único piloto ajeno al Team Penske con oportunidad de alcanzar el cetro y en Gateway no parecía ni siquiera un candidato para subirse al podio. Así que en Watkins Glen como de Sonoma, cierre donde los puntos serán dobles, se tendrá la sentencia de una temporada en la cual Newgarden ha emergido como el nuevo ídolo del automovilismo norteamericano.
Por primera ocasión en su carrera, Josef Newgarden se impone en un óvalo y más allá de cruzar la meta en primer lugar no deja de sorprender la forma en cómo lo hizo pues en todo momento pareció tener pleno control de la situación, inclusive cuando perdió la punta a manos de sus compañeros Helio Castroneves y Simon Pagenaud, en ambas ocasiones tras salidas de los pits. Sin duda fue un golpe moral en las entrañas de Penske desde el comienzo puesto que en la primera vuelta madrugó al poleman Will Power realizando un atrevido adelantamiento cuando se suponía que tras un inexplicable choque de Tony Kanaan contra el muro en las vueltas de presentación, los pilotos se tomarían su tiempo para calentar los compuestos duros que Firestone llevó pensando en el nuevo asfalto, antes de ir en modo ataque. Pero una vez que Newgarden pasó como una exhalación, su compañero perdió el control por la turbulencia y se fue hacia el exterior propiciando un aparatoso choque en el que también resultarían víctimas Takuma Sato y Ed Carpenter, eventualidad que prácticamente excluye a Power de la lucha por el título.
Con Power fuera de combate, Newgarden lideró el escuadrón Penske durante 170 de las 248 vueltas de la carrera. Por detrás de la armada Penske Chevrolet, el Andretti Honda de Scott Dixon se mantenía en modo sigiloso, sin exhibir capacidad para intentar adelantamientos sobre los tres punteros. Newgarden conservó su ventaja durante la primera ronda de detenciones en pits con Castroneves accionando desde el segundo y Pagenaud desde el tercero. Pero una bandera amarilla provocada por un choque de J.R Hildebrand se tradujo en otra nueva parada en la cual Castroneves salió por delante de Newgarden y parecía tener primera opción para ganar, toda vez que el líder de la temporada no lograba recortar la distancia que llegó a ser de hasta tres segundos.
No obstante, en la última ronda de detenciones, tras una bandera amarilla provocada por Ryan Hunter-Reay en la vuelta 203, el experimentado piloto brasileño tuvo contratiempos, situación que permitió a Simon Pagenaud, cuyo box estaba ubicado al final de los pits, salir por delante de Newgarden y de Scott Dixon, quien resultó el más favorecido con el mal trabajo del personal de Penske asignado al coche de Castroneves. En la resalida, Josef Newgarden puso toda la carne en el asador y a diferencia de la pasada cita en Pocono, no se veía resignado a creer que un segundo lugar era un gran resultado pensando en el cetro. Comenzó a atacar de forma incesante a Pagenaud y se veía superior en su ritmo, situación que le llevó a ejecutar una maniobra extrema por el interior, tocando el límite de la pista y literalmente apartando del camino al actual campeón de la serie. Ese movimiento de todo o nada por la victoria originó una reacción ya que ambos coches de tocaron y el francés salió expelido hacia la zona exterior lo que aprovechó Dixon para colarse hasta el segundo lugar.
Por detrás de los cuatro animadores de la carrera llegaron Conor Daly, Alexander Rossi, Charlie Kimball, James Hinchcliffe, Carlos Muñoz y Sebastien Bourdais quien reapareció en buena forma. Interesante que a pesar de que Newgarden ha ganado en cuatro ocasiones no tiene el título seguro ya que acumula 547 puntos, mientras Dixon, quien apenas ha cruzado la meta victorioso una vez tiene 516 puntos. Más atrás, Castroneves los observa con su foja de 505 puntos y también con una victoria. La definición de la IndyCar también va a estar buena y más cuando uno de los invitados a la fiesta se ha convertido en una piedra en el zapato para el capitán Roger Penske y sus poderosos Chevrolet.
Vía | Racer