Patryk Krupinski, director de JP Motorsport, manifestó su descontento por lo que sucedió en la reciente temporada del DTM y anunció que no estará presente en la edición de 2022, de allí que haya decidido inscribir sus dos McLaren 720S GT3 en el campeonato GT World Challenge Europa. Si bien su participación en el DTM fue a tiempo parcial, no quedó convencido del modelo de negocio que se observó allí porque le resulta inconcebible que en una categoría GT3 los equipos afines a Mercedes funcionen como apéndices del fabricante.
JP Motorsport compitió junto a su piloto Christian Klien en Zolder, Nürburgring y Assen. La idea era aclimatarse para posteriormente establecerse en el DTM a partir del 2022 porque en teoría es el campeonato de GT3 que recibiría mayor atención. Pero se encontraron con que la dinámica era distinta a lo que habían percibido en campeonatos como el GT World Challenge Europa y el GT Masters, donde la rivalidad es feroz inclusive entre equipos de un mismo fabricante, lo que no se vio en el torneo alemán.
Las declaraciones de Krupinski resultan interesantes porque arroja una fuerte crítica a lo ocurrido en el DTM. Ha sido notorio el descontento de muchos de los involucrados, incluso Gerhard Berger, actual jefe de la categoría, adelantó que lloverían los comentarios adversos por la manera en cómo se decidió el título. Acá Krupinski ofrece algunas luces declarando que el concepto no estaba malo, pero en la práctica es inviable porque desde ninguna perspectiva es rentable quedarse en un campeonato donde todos los Mercedes-AMG, ocho en total, funcionen como un solo equipo.
En palabras de Patryk Krupinski:
En el DTM pudimos aprender mucho este año. El concepto no es perfecto. Como equipo único se empieza en desventaja desde el principio al confrontar en pista a ocho Mercedes-AMG que trabajan juntos, cuando se supone que es una categoría de carreras clientes.
Vía | Speedweek