Todavía se recuerda como uno de los fines de semana más negros de lo que llevamos de año. Spa-Francorchamps escribía la penúltima hoja negra de la historia del Mundial de Fórmula 1 y de sus categorías soporte, en un sábado gris en el que perdía la vida Anthoine Hubert y en el que Juan Manuel Correa era herido grave en la colisión. Casi un mes después, Correa salía del coma que se le había inducido para tratarle de las secuelas del accidente.
El piloto ecuatoriano-estadounidense ha estado en cuidados intensivos en un Hospital de la capital londinense, donde se le trató de un Síndrome de dificultad respiratoria aguda. Ha sido la propia familia de Juan Manuel la encargada de mantener puntualmente informados a los aficionados, medios y al resto de componentes del paddock a través de comunicados puntuales, el último de ellos en la noche de este viernes 20 de septiembre en el que se confirmaba su salida del coma. Aun así, su estado de salud sigue revistiendo de gran gravedad, especialmente sus piernas y se teme que si no puede ser intervenido y tratado de la derecha ésta pudiera sufrir lesiones irreversibles.
Extracto del comunicado acerca del estado de salud de Juan Manuel Correa (20/09/2019)
A partir de hoy, Juan Manuel Correa ha sido retirado de la máquina ECMO, soporte vital y sacado del coma inducido. Si bien esta es una gran noticia y un paso importante en la dirección correcta, todavía está en una carrera contrarrelok. Juan Manuel está consciente, pero aún no está completamente despierto. Los médicos informan que esto llevará unos días debido a un coma inducido durante más de dos semanas.
También han declarado que Juan Manuel es frágil y aún vulnerable desde el punto de vista médico y que permanece en la unidad de cuidados intensivos. Su condición ha pasado de crítica a grave. La prioridad médica para Juan Manuel ahora pasa de los pulmones a las lesiones en las piernas que sufrió hace más de dos semanas y que no se han abordado desde la intervención de emergencia inicial el día del incidente. Los médicos están en una carrera contra el tiempo para realizar una cirugía mayor pendiente a fin de minimizar el riesgo de lesiones irreversibles en su extremidad inferior derecha, pero no pueden continuar hasta que los pulmones estén listos para resistir una operación prolongada.