La extraña edición de la Race of Champions celebrada en Miami en pretemporada, en lugar del habitual final de temporada, ha acabado con victoria latinoamericana. Juan Pablo Montoya ha ganado el evento de las estrellas del pilotaje después de un espectáculo de fácil duración, más rápido que en años anteriores y que ha contado incluso con algún percance, el más destacado de ellos el accidente de Pascal Wehrlein.
La fase de grupos se pasó con pocos sobresaltos, más allá del accidente de Wehrlein, que fue eliminado en el grupo B de Montoya y de Felipe Massa. Travis Pastrana fue el mejor de un grupo A en el que cayó Sebastian Vettel, campeón vigente. Jenson Button dominó el grupo C, mientras que David Coulthard se impuso a Tom Kristensen en el grupo D en un igualado duelo entre veteranos. Las anécdotas de la jornada vieron a Coulthard ganando su duelo con Kurt Busch al volante del EuroNascar y un accidente de Tony Kanaan al descolgarse el volante de su vehículo.
Montoya ganó con holgura a Pastrana en su duelo de cuartos de final, igual que hizo Massa con Hélio Castroneves. El brasileño perdió de forma controvertida en semifinales ante el colombiano, después de ganar la primera manga de la ‘semi’ golpeando el último muro. No fue sancionado hasta después de la segunda carrera, hecho que enfadó a Massa y al público del Marlins Park. Kristensen fue el ganador de la otra parte del cuadro, después de ganar en duelo igualado a Button en cuartos de final y vengarse en semifinales de Coulthard tras su derrota en la fase grupal (un Coulthard que eliminó a Kyle Busch).
Pero la final no tuvo color. Montoya ganó a Kristensen en las dos carreras que dirimieron y se llevó el título, retomando ambos sus duelos en la desaparecida Fórmula 3000. El danés quedó relegado a un quinto subcampeonato en el apartado individual, aunque hay que recordar que tiene dos títulos de una Nations’ Cup que se disputa mañana, con una nueva pareja que heredará el trono de Jason Plato y Andy Priaulx.