Para la prensa y los aficionados internacionales, el nombre de Juju Noda empieza a ser ya mínimamente conocido. Esta joven piloto de tan solo 12 años es hija de Hideki Noda, quien llegó a estar en la Fórmula 1, la Indy Racing League y las 24 horas de Le Mans como el único japonés en haber participado en estas tres disciplinas tan distintas. Pero si es conocida Juju no es por su padre sino por lo que esta relación familiar le ha permitido hacer. A lo largo de los últimos años y gracias al apoyo de Noda Racing Academy, la escuela de pilotaje del padre, ha ido probando con Fórmula 4 y Fórmula 3 hasta el punto de lograr registros muy respetables. Aunque siempre teniendo en cuenta que ha podido rodar libremente y sin restricciones de días de pruebas. El pasado mes de noviembre, Juju Noda tuvo su primera experiencia internacional al participar en unos test de la Fórmula 4 del sudeste asiático en Sepang.
A día de hoy y por cuestiones legales relacionadas con su tierna edad (tan solo 12 años), Juju Noda solo puede rodar libremente en el circuito de Okayama, considerado como su ‘base de operaciones’ al poder probar allí sin problemas. Allí fue donde obtuvo sus primeros registros remarcables con un Fórmula 4 con especificación del campeonato japonés , como también fue el lugar en el que se subió por primera vez a un monoplaza de Fórmula 3 como los que se usan en la clase Nacional de la Fórmula 3 nipona. Solo en una ocasión pudo probar en Suzuka, gracias al apoyo de la Fórmula 4 japonesa, participando en unas jornadas de test oficiales en el histórico circuito, lo que le permitió trabajar en curvas de alta velocidad inexistentes en Okayama.
Ahora, las aventuras de Juju Noda la han llevado al circuito de Sepang, donde antes de la penúltima ronda de la Fórmula 4 del sudeste asiático se pudo subir a uno de los Mygale con motor Renault que se emplean en este certamen y que son idénticos a los que se usan en los campeonatos francés y danés de Fórmula 4. Allí, Juju pudo desarrollarse y seguir aprendiendo en un ambiente completamente distinto al habitual. Según la propia piloto, el principal desafío fue habituarse a un circuito que no conocía y con unas características nada parecidas a las de Okayama. Con curvas de alta velocidad y un asfalto húmedo que no estaba para neumáticos rayados pero que complicaba el usar gomas lisas, el desafío fue importante para una Noda que aseguró estar entre los mejores en curvas lentas, perdiendo inicialmente tiempo en las zonas más rápidas.
Tras una jornada de pruebas, la intención habría sido realizar un simulacro de clasificación en los últimos minutos de sesión pero un chaparrón impidió que el plan siguiera tal y como estaba previsto. Aún así, Juju Noda afirmó tener confianza para estar en el podio en caso de haber podido competir. Su monoplaza, en el que trabajó para mejorar los reglajes, lo acabaría usando un Malthe Jakobsen que fue quinto en las tres carreras disputadas ese fin de semana antes de subirse al podio dos veces en la última ronda del año hace tan solo dos días, incluyendo una victoria en la primera carrera nocturna del campeonato.
Por otra parte, el progreso de Juju Noda en Japón sigue adelante viento en popa. El pasado mes de noviembre se proclamó campeona del certamen relativamente amateur U17 para pilotos de menos de 17 años. El hecho en si tiene poco mérito teniendo en cuenta que su maquinaria es la mejor de la competición, pero mucho más remarcable es el hecho de ver cómo su última vuelta de clasificación estuvo a solo dos décimas del registro de Jake Parsons en la clase Nacional de la Fórmula 3 japonesa. Se da la particularidad que el coche de Parsons no solo pertenece al Noda Racing Academy de Hideki Noda (padre de Juju), sino que el equipo humano a cargo de los dos coches es virtualmente el mismo, estableciendo una comparativa de lo más justo imaginable.