Fue una de las condiciones que se pusieron sobre la mesa para renovar el contrato con la FOM y ahora podemos entrever cómo será el futuro del Circuito Gilles Villeneuve de Montreal. Los trabajos, que deben finalizar en 2019 muestran un espectacular palacio de cristal en el que se convertirá el edificio de boxes, algo que permitirá a todos los asistentes tener una vista privilegiada de la recta de boxes y del archiconocido “Muro de los Campeones”, uno de los puntos más emblemáticos de la pista.
El rompedor diseño del paddock presenta un gran paso adelante para un circuito que lleva acogiendo el Gran Premio de Canadá desde 1978. Se apuesta por una estética incluso más rompedora que la adoptada por los responsables de Silverstone en la renovación a la que se sometió la pista británica hace unos años. Su localización, en la isla de Notre-Dame de Montreal, además de suponer un marco incomparable para una carrera de Fórmula 1 también limita mucho las posibles modificaciones o expansiones a realizar en las instalaciones.
La última gran renovación del Circuito Gilles Villeneuve se llevó a cabo en 1988, por lo que la pista solicitaba un lavado de cara después de tres décadas. Los trabajos comenzarán el próximo mes de julio y se extenderán hasta abril de 2019. Además del nuevo edificio de boxes (allí se situarán también la torre de control, sala de prensa, podio y la terraza superior), también se espera aumentar la capacidad de la grada hasta los 5.000 asientos por los 1.800 que hay actualmente.
En cuanto al presupuesto, se ha proyectado un desembolso de unos 41 millones de euros, de los que 25,4 serán aportados por el gobierno local de la ciudad de Montreal y los 15 restantes los aportará directamente el Gobierno de Quebec. Recordemos que hace unos meses, los responsables de la cita norteamericana firmaron la renovación del acuerdo con la Fórmula 1 por una década más.