La historia de Kalle Rovanperä con Argentina no empezó de la mejor forma posible. El finlandés realizó un gran trabajo durante la jornada del sábado y su ataque en medio de una densa niebla, en el tramo de 40 kilómetros parecía responder a más motivos que un cambio en la estrategia de equipo de la que hablaba Pontus Tidemand. La prometedora estrella de Skoda parecía estar en disposición de lograr su segundo triunfo en el WRC2 después del conseguido el año pasado en Australia, victoria que logró ante la ausencia de rivales.
Ya en el último día del Rally de Argentina 2018, cuando estábamos a punto de ver el segundo triunfo de este joven de 17 años, un vuelco a gran velocidad le dejaba fuera de carrera, obligándole incluso a pasar por el hospital para realizar los pertinentes chequeos cerebrales después de que tuviera fuertes mareos. Afortunadamente tanto él, como su copiloto, Jonne Halttunen, se encontraban en buenas condiciones, todo ello a pesar de la velocidad a la que se encontraba en esos momentos rodando el Skoda Fabia R5 y que en la salida de pista se terminaría encontrando un par de vehículos mal estacionados (incluso una tienda de campaña afortunadamente vacía) que quedarían también totalmente destrozados.
Lo cierto es que tanto él como Ole-Christian Veiby fueron un quebradero de cabeza para el vigente campeón del WRC2 que deberá acostumbrarse a partir de ahora a que los jóvenes le pongan las cosas difíciles. Un error de notas en los reconocimientos le obligará a Kalle a seguir trabajando durante los próximos meses. Su siguiente prueba en el calendario será precisamente en casa, en el Rally de Finlandia, una prueba rápida y en tierra que se adapta mucho al estilo de pilotaje de Rovanperä, talento forjado durante estos años sobre las pistas de Letonia.
El accidente da miedo y vuelve a poner una dirección en la que tendrán que trabajar los organizadores de los rallyes mundialistas (también en el resto). En esta ocasión salió bien.