En el mes de marzo de 2015, Ken Block y los Hoonigans publicaban el vídeo en el que podíamos ver cómo había sido la labor de preparación y desarrollo de la versión original del Hoonicorn de 845 CV, el Ford Mustang RTR de 1965 que se dijo que había costado cerca de un millón de dólares al veterano piloto y especialista estadounidense. Ese dinero sirvió precisamente para aunar la estética de la Old School norteamericana con el comportamiento de un World Rally Car y las prestaciones de un coche de rallycross.
No fue suficiente para el piloto californiano, el cual decidió añadirle algo más de picante en una versión 2.0 que entregaba hasta 1.400 CV de potencia y que incorporaba dos gigantescos turbocompresores Garrett y un V8 que era alimentado con Metanol para lograr un empuje brutal. El reto fue mayúsculo y aunque se utilizó también para la Gymkhana TEN tal y como pudimos ver hace solo unas semanas, también fue empleado como único protagonista para la Climbkhana, el corto de acción que Block rodó junto a su equipo en la Subida a Pikes Peak
Con los 51 años recién cumplidos el pasado mes de noviembre, Ken Block se dio otro capricho en forma de Ford F-150 preparada de una forma gemela a la del Hoonicorn, en este caso con una potencia de 914 CV gracias a la utilización de un motor V6 bi-turbo que curiosamente fue construido como prototipo para el asalto a Le Mans con el Ford GT y que sin duda alguna le ha convertido en la pick-up más extrema que ha salido de la mente del estadounidense, muy acostumbrado a preparar este concepto de vehículos.
Tras verla quemar rueda mientras remolcaba al Mustang en la décima entrega de la Gymkhana, Block y Ford Performance nos ofrecen un “detrás de las escenas” en el que se presenta de forma similar a lo ocurrido hace casi cuatro años la fabricación y primeras pruebas del Hoonitruck, incluso cuando no tenía ni tan siquiera con la carrocería completa.