Texas es el principal esteorotipo de los trazados de milla y media en la NASCAR moderna. Los últimos 20 años han visto un auge desmesurado de este tipo de circuitos y el piloto que tiene buen ritmo en este tipo de peraltes suele formar parte de los favoritos del campeonato por mayor destreza. Kevin Harvick ha sido uno de los nombres destacados del milenio y su mayor bondad y experiencia en Stewart-Haas le otorgan una posición casi imbatible con un coche velocísimo en el Ford, permitiéndole sumar en Texas su octava victoria del año y metiéndose de lleno en la lucha por un título del cual sigue siendo el principal candidato.
Clint Bowyer chocó lateralmente con Denny Hamlin en la misma curva 1 y permitieron la escapada de Ryan Blaney, entrando ambos en boxes en solo diez vueltas con daños y pinchazos tras el toque. Blaney no se jugaba nada pero podía impedir el ascenso de Harvick y taponó al gran favorito de 2018 antes de que la competition caution apareciese en la vuelta 30 por culpa de las lluvias nocturnas que limpiaron la goma del asfalto. Harvick, Kurt Busch, Erik Jones, Ricky Stenhouse Jr. y Martin Truex Jr. pusieron dos neumáticos en boxes buscando el ritmo inicial, prefiriendo instalar cuatro Blaney, Joey Logano, Kyle Busch y Brad Keselowski (estos dos últimos sancionados por pasarse de velocidad en el pit lane).
Truex Jr. y Aric Almirola salieron atrás después de cambiar el motor y realizar ajustes aerodinámicos respectivamente y realizaron distintas estrategias de avance, perdiendo dos posiciones el de Furniture Row y ganando poco a poco el de Stewart-Haas con cuatro gomas. Montar dos neumáticos no era una desventaja muy significativa inicialmente y Harvick ganó cómodamente el primer segmento sin problemas por delante de Kurt Busch, Jones, Blaney y Truex. Kyle Busch remontó hasta la séptima posición y Keselowski acabó 15º en sus pequeñas remontadas después de sus sanciones.
William Byron trompeó después de un golpe entre Stenhouse y Jimmie Johnson en la resalida y pudo volver a pista sin incidencias. Kurt Busch intentó salir mejor que Harvick pero la mayor velocidad del #4 quedó demostrado en pocos giros. Jones empezó la ronda de paradas y los equipos delanteros tomaron un camino diversificado para sus respectivas detenciones: Truex, Harvick y Kyle Busch entraron pronto y aprovecharon el ritmo de sus gomas pero el de Gibbs volvió a parar por una posible vibración que le obligaba a ser prudente ante su margen de puntos.
Logano y Kurt Busch tardaron en parar y perdieron puestos por puro desgaste de sus neumáticos anteriores, tardando Alex Bowman, Austin Dillon y Darrell Wallace Jr. un poco más en busca de una bandera amarilla que no llegó. Bowyer ahorró gasolina para llegar al final de la segunda etapa y se quedó tirado, llegando a boxes y llevándose de camino una penalización por la anticipación del mecánico que rellenaba el depósito. Harvick, Blaney, Truex, Keselowski y Logano formaron el top 5 del segundo segmento, pero las vibraciones empezaban a aparecer en algunos de los contendientes como señal de aviso.
Keselowski y Logano lideraron con dos neumáticos y tomaron un hueco importante en pista, formando el trío de cabeza para Penske junto a Blaney. Harvick, Logano y Truex tenían vibraciones en sus coches y maniobraban con ellos en la medida de lo posible dentro de la zona alta de la parrilla. Daniel Suárez provocó una caution al perder el control de su Toyota después de un pequeño toque con Kyle Weatherman. Harvick llevaba cuatro neumáticos nuevos y pasó poco a poco a los Penske, presionando a un Logano que había rebasado a Keselowski en boxes.
Truex acabó entrando antes de tiempo con una costosa vibración y se pasó de velocidad en el pit lane, quedando a dos vueltas de los líderes y buscando el vigente campeón la mayor velocidad posible. Harvick se puso líder a falta de 80 giros para el final y comandó tranquilamente la parte final en solitario, fugándose de Blaney y del trío de Penske. Almirola siempre estaba en el top 10 y llegó a situarse cuarto junto a Logano con mucho ritmo cerca del final, todo lo contrario que un descendente Kurt Busch que caía en esa zona alta en tandas largas.
Todo cambió con el trompo solitario de David Starr a falta de 36 vueltas. Justo después de la resalida, Wallace y Chris Buescher chocaban en la salida de la curva 2 y Matt DiBenedetto perdía el control entre el malentendido, librándose Truex de colisionar con el de Go Fas por milímetros. DiBenedetto se fue directo al muro de la recta trasera en una rápida caution que reagrupó a los favoritos. Blaney intentó pasar a Harvick en una resalida y lo consiguió a falta de 24 vueltas, aguantando el ritmo en cabeza y buscando la alternativa al dominio del #4.
Sin embargo, Harvick siguió en su espiral autoritaria y presionó a Blaney, adelantando al #12 a falta de 15 vueltas y dejándole a un segundo en apenas tres giros. El ritmo lento de la carrera hacía que llegasen los focos de la noche y todas las posiciones parecían decididas hasta que A.J. Allmendinger se llevó a Joey Gase en la rápida curva 2 a falta de cuatro vueltas y Suárez evitó el accidente. Acto seguido, el mexicano trompeó e impactó con el muro interior cuando ya tenía recuperado el control del Toyota y acabó de forzar la interrupción.
Harvick no tardó en escaparse en el Overtime y venció, asegurándose el pase para Homestead. Blaney, Logano, Jones y un espabilado Kyle Larson le siguieron. Chase Elliott, Kurt Busch y Almirola finalizaron sexto, séptimo y octavo y tendrán que buscar en Phoenix una victoria que es prácticamente su única salvación para ir a la lucha de cuatro por el título. Truex remontó y acabó noveno, mientras Kyle Busch se desdobló al final y fue 17º. Bowyer no recuperó sus múltiples vueltas perdidas y acabó 26º, a tres giros y con la misma garantía de triunfo la próxima semana.