La Monster Energy NASCAR Cup Series es uno de los pocos campeonatos que organiza carreras en febrero, un mes generalmente inhóspito para la competición. No parecía que la parrilla estuviera muy dispuesta a competir en Atlanta, dónde toda la emoción posible quedó disuelta en un evento que empezó dos horas más tarde de lo previsto por culpa de una lluvia intensa. Kevin Harvick dejó poco margen de error, liderando 173 vueltas para sumar al fin el triunfo en un trazado que se le da bien pero dónde se había quedado sin victorias recientes a pesar de liderar más de 100 vueltas en las últimas cuatro ediciones de la carrera.
Ryan Newman era el sorprendente líder inicial al pasar al poleman Kyle Busch, que no salió bien por la parte interior del trazado. El de Childress intentó fugarse sin demasiado éxito de un amenazante grupo en el que los Stewart-Haas eran el principal agobio: Harvick, Kurt Busch, Clint Bowyer y Aric Almirola rondaban el top 10. Kyle Busch pasó a Newman pero Harvick apenas tardó un par de vueltas en adelantar a Busch y ponerse primero. Martin Truex Jr. había alcanzado la sexta posición después de salir último cuando la obligada competition caution apareció en la vuelta 30.
El nublado cielo amenazaba con descargar lluvia en cualquier momento, poniendo a los pilotos en una situación preocupante. Truex Jr. continuó con su ascendente progresión, llegando a ponerse segundo después de adelantar a Newman, pero Harvick se mostró intratable al frente y le sacó un par de segundos al vigente campeón. Newman perdería posiciones antes de entrar en boxes con un pinchazo que le dejaría a dos lejanas vueltas. Harvick lideraría cómodamente el primer segmento, por delante de Bowyer, Brad Keselowski, Truex Jr. y Almirola.
Keselowski, Bowyer y Truex Jr. salieron juntos del pit lane en un interesante triple paralelo, mientras Harvick era víctima de su propia prisa y caía la 19ª posición tras parar una segunda vez bajo caution con problemas en una pistola neumática. Bowyer perdió cuatro puestos en una poderosa resalida para Kurt Busch, que adelantaría a Truex Jr. y a Keselowski rápidamente para liderar la carrera. No perdía tiempo su compañero Harvick, que ya era tercero en solo 30 giros y no cedió tiempo ni recursos en rebasar a Keselowski y a Kurt Busch para ponerse líder de nuevo.
La ronda de pit stops en bandera verde mantuvo el orden establecido. El dominio de los Ford era lo más destacado, con Stewart-Haas y Penske como equipos punteros. Algunos Toyota intentaban plantar cara y Kyle Larson era el único Chevrolet capaz de situarse en las diez primeras posiciones. Pero un trompo de Jimmie Johnson a falta de doce vueltas cambió la disposición de la carrera y obligó a los pilotos a volver a pasar por boxes. Keselowski pasó a Harvick en el pit lane y se escapó en esos giros restantes para ganar el segundo segmento. Le siguieron Kurt Busch, Kyle Busch, Joey Logano y un Harvick torpe en la resalida.
El duelo entre los Stewart-Haas y los Penske continuaba con Kurt Busch al frente después de otro pit stop, con su hermano Kyle colándose entre Logano y Keselowski. Truex Jr. había tenido problemas con la pistola neumática en boxes, cayendo al final del segundo segmento y empezando la parte final fuera del top 10. La noche caía sobre Atlanta y el cielo no parecía tan tapado como hasta entonces, disminuyendo una posibilidad de lluvia que era casi absoluta. Kurt Busch, Keselowski y Harvick volvieron a imponer su ritmo y el campeón de 2012 pasaría al de 2004 en una pelea limpia y apretada.
Harvick no se despegó de ellos en ningún momento y dejó atrás a su compañero Busch, más preocupado de defenderse de los ataques de su hermano. Un mal doblaje estuvo a punto de costarle el primer puesto a Keselowski pero Harvick no aprovechó el imprevisto de su rival. El adelantamiento se produciría en boxes, dónde los mecánicos de Stewart-Haas respondieron más rápido que los de Penske y permitieron a Harvick recuperar la cabeza de carrera después de que Logano y Denny Hamlin efectuaran sus paradas más tarde.
La estabilidad excesiva del evento permitía ver más rondas de paradas en bandera verde, que Hamlin alargó de nuevo al límite. Harvick disponía de una ventaja astronómica de 12 segundos y se disponía a gestionar dicho hueco cuando Trevor Bayne reventó el motor del Ford y provocó una caution vital a falta de 28 vueltas; Darrell Wallace Jr. se fue al muro en medio del humo del coche de Bayne. Hamlin fue el gran beneficiado de la bandera amarilla, ya que no paró por última vez y se reenganchó al grupo delantero con la interrupción momentánea.
Harvick no miró atrás y dejó la carrera muerta en ese momento, escapándose de Keselowski para sumar su segunda victoria en Atlanta, primera desde su célebre triunfo en 2001 (poco después de la muerte de Dale Earnhardt Sr. en el #3). Bowyer, Hamlin y Truex Jr. completaron el top 5, seguidos de Logano y unos combativos Kyle y Kurt Busch. Chase Elliott desaprovechó un buen pit stop tardío pero se las arregló para cerrar el top 10 en un mal día para los Chevrolet.