Las prisas no son buenas consejeras pero son la base del automovilismo de élite y la adrenalina suele hacer el resto si se necesita obtener un resultado determinado en una competición. NASCAR es uno de los campeonatos más relevantes en cuanto a búsqueda de emoción se refiere y sus gestores buscan que los pilotos se enfrenten a menudo, sistema ayudado por el playoff actual. Varios de los candidatos a la victoria en Phoenix se perdieron entre accidentes y premiaron el aguante de Kyle Busch, que logró su primer triunfo en el circuito desde 2005 y obtuvo la recompensa que buscaron especialmente Kevin Harvick, Chase Elliott y Kurt Busch.
Harvick salía en la pole y solo permitía que Elliott le siguiera su ritmo en los primeros giros, necesitados ambos de una victoria que les permitiera despreocuparse de lo que hiciesen sus rivales. Kurt Busch, Almirola y Clint Bowyer también necesitaban ganar y empezaron a remontar sus discretos puestos más cercanos al top 20 que al top 10. Martin Truex Jr. prefierió ir de forma calmada gracias a su margen de puntos, aunque no se despegó de la zona alta en ningún momento. Joey Logano y Brad Keselowski no se jugaban nada y se permitían el lujo de atacar a un regresivo Ricky Stenhouse Jr. que salía tercero y se alejó pronto de su alta posición de partida.
Keselowski, Kyle Larson y Erik Jones peleaban férreamente por el sexto lugar y recibieron la visita de Kurt Busch, el mejor de los que subían de cara a la búsqueda del triunfo. Harvick dominó con relativa tranquilidad hasta que pinchó un neumático en la penúltima vuelta del primer segmento, cediéndole la victoria de etapa a Elliott y perdiendo por el camino unos puntos que podían ser caros si las circunstancias jugaban en su contra. Elliott, Ryan Blaney, Denny Hamlin, Kurt Busch y Keselowski ocuparon el primer top 5 del día, con Larson y un tranquilo Kyle Busch cerca y Almirola, Truex y Bowyer fuera del top 10.
Kurt Busch subió dos posiciones en boxes y adelantó a Elliott por el exterior en la resalida, tomando el liderato de forma sólida y yendo a por la victoria que él también requería. Blaney y Keselowski pasaron a presionar a Elliott sin mucho convencimiento y se limitaron a seguir al mayor de los Busch hasta que Logano pinchó y trompeó en solitario, evitando milagrosamente que otros pilotos se los llevasen puesto; Daniel Suárez no frenó a tiempo y se empotró contra Matt Kenseth esquivando a Logano, abandonando con el capó dañado. Harvick se desdobló en dicha caution y empezó a recuperar el terreno perdido poco a poco.
En una ayuda no solicitada entre Ford, Keselowski le quitó la segunda posición a Elliott y distanció al único caballo de Hendrick. Bowyer se accidentó con un pinchazo en la vuelta 133 y se despidió de sus opciones de playoff cuando iba séptimo. Los líderes entraron bajo caution pero Truex (11º) y Harvick (14º) no lo hicieron en busca de los importantes puntos de Stage. La peor parte se la llevó Kurt Busch, que fue sancionado por adelantar al coche de seguridad antes de cruzar la línea de entrada a boxes y perdió una vuelta. Kyle Busch pasó de 10º a 3º con gomas nuevas y no tardó en ponerse líder, ganando el segundo segmento a Keselowski, Truex, Harvick y Larson.
Elliott prefirió beneficiarse de la estrategia de Truex y Harvick y regresó a boxes en busca de la goma más fresca. Kyle Busch, Keselowski, Hamlin y Blaney establecían el duelo provisional entre Gibbs y Penske en las primeras posiciones, mientras Elliott, Almirola, Harvick y Truex intentaban alcanzarles con distintos grados de éxito. Kurt Busch seguía doblado aunque en posición de lucky dog hacia una pelea que aún podía decantarse por puntos. Kyle Busch y Truex disponían de un margen considerable sobre sus rivales y entre Harvick y Elliott solo había cinco puntos de diferencia, con Kurt Busch nada lejos y dispuesto a aprovechar su oportunidad cuando pudiera desdoblarse.
Kyle Busch, Keselowski y Hamlin eran los únicos pilotos delanteros que no habían parado en boxes al final del segundo segmento, rebasando Blaney y Elliott al #11 y yendo poco a poco a por los líderes. Elliott adelantó a Blaney entre sus progresiones y comenzó a recortar su distancia con el dúo cabecero, pasando a Keselowski y a Kyle Busch y situándose primero a falta de 87 vueltas. La victoria momentánea de Elliott echaba del playoff a los cuatro Stewart-Haas, incluyendo un ínclito Harvick que no podía seguir el ritmo del grupo delantero.
Hamlin, Kyle Busch, Almirola y Harvick abrieron la ventana de detenciones por gasolina y se vieron perjudicados por el trompo de Tanner Berryhill en la curva 2, que originó una bandera amarilla durante la cual hicieron sus paradas. Elliott era el líder y se las prometía muy felices con gomas nuevas pero se pasó de velocidad en el pit lane y tuvo que resalir en la parte final del pelotón, cediendo el liderato a Keselowski. Harvick y Kurt Busch peleaban en pista por el último puesto por puntos y el campeón de 2004 no permitía el paso al de 2014, llevándose Harvick al doblado David Ragan justo cuando iba a ser adelantando por Kyle Busch.
Kyle Busch entró en boxes para que los mecánicos reparasen unos daños en el frontal delantero de su Toyota, permitiéndose un mayor cuidado al contar con una distancia de puntos. Blaney rompió el radiador de su Ford en la resalida y abandonó la carrera en el pit lane. Keselowski cerró los ataques de Truex por el liderato y vendió al de Furniture Row frente a Larson, Jones y William Byron, tres pilotos jóvenes hambrientos de victoria que permitían la escapada del único Penske en pista. Kurt Busch y Harvick eran sexto y séptimo y solo dos puntos les separaban (a favor de Harvick), subiendo Kyle Busch diez puestos y alejándose de unos nerviosos Elliott y Almirola.
A crash that could potentially decide the #Championship4.#NASCARPlayoffs pic.twitter.com/RgSwmGOezL
— NASCAR (@NASCAR) 11 de noviembre de 2018
Stenhouse culminó un día discreto accidentándose a falta de 50 vueltas y su violento choque con el muro provocó una bandera roja dónde los comisarios limpiaran los restos que dejó su ardiente coche. Jones, Kurt Busch y Hamlin no entraron en boxes en dicha interrupción y ahí llegó el momento decisivo de la carrera y del playoff: Kurt Busch perdió por el exterior con Jones y Hamlin fue a por el #41, chocando ambos sin ceder en la antigua recta de meta. Hamlin arrinconó a Busch y éste lo empujó, yendo el descontrolado Busch hacia Elliott y Alex Bowman en un incidente evitable por todas las partes involucradas; Truex evitó a Bowman por muy poco.
Kurt Busch no salió a tiempo con los cinco minutos de margen que NASCAR deja en caso de accidente y Elliott regresó a tres vueltas de los líderes con el lateral hecho añicos, quedando ambos eliminados de la lucha por el playoff y dando paso a un final sin lucha valiosas por puntos. La única esperanza de cambio era Almirola, que podía echar a Harvick si ganaba la carrera y debía mostrar ritmo inmediato desde el octavo puesto. Kyle Busch intentó asegurarse su posición de privilegio adelantando a su compañero Jones por el liderato, a la vez que Harvick y Truex se cruzaban en el asfalto sin complicarse su existencia.
Almirola empezó a apretar y adelantó a Keselowski, Truex y Jones para ponerse cuarto, viéndose su empuje ayudado por la rotura de motor y posterior accidente de Bowman. Después de una breve bandera roja que ayudó a limpiar el aceite que dejó el de Hendrick varios pilotos pusieron neumáticos nuevos, entre ellos el segundo clasificado Larson. Harvick y Almirola pasaron a ser los nuevos escoltas de Kyle Busch y el #10 presionó al #18 todo lo que pudo en la resalida. Apenas dio tiempo a que el menor de los Busch tapara el interior por el que quiso colarse Almirola antes de que Berryhill se accidentase por segunda vez en la carrera y provocase la décima caution del evento.
Almirola y Harvick se despistaron en lo que sería la última resalida y Keselowski les pasó a ambos, escoltando a un Kyle Busch estratega que obtuvo su octava victoria del año y llegará a Miami con la mejor forma posible. Larson, Almirola y Harvick completaron el top 5, obteniendo el top 10 veteranos calmados como Kenseth y Jamie McMurray y jóvenes inteligentes como Byron y Darrell Wallace Jr. El dañado Elliott, el insuficiente Almirola y los accidentados Bowyer y Kurt Busch caen en la tercera ronda y permitirán que el duelo a cuatro bandas en Homestead sea entre tres campeones que quieren su segundo título en Harvick, Kyle Busch y Truex y un actor secundario de lujo como Logano, que busca entrar en el selecto club de 32 miembros que forman los vencedores de la Cup Series.