A veces el material básico de una carrera sorprende por su ejecución y los resultados inesperados no lo son tanto cuando se analiza el cuerpo de un evento significativo. Esto ocurrió en la cita de la Xfinity Series de Las Vegas, dónde la victoria del hombre de casa esconde más que el puro resultado. Kyle Busch ganó su segunda carrera del fin de semana en remontada y en un final imprevisible, dónde solo nueve coches finalizaron en su misma vuelta y algunos contendientes por el título cayeron por el precipicio del desierto, que mordió con ganas después de una tranquilidad excesiva en la segunda mitad de carrera.
Noah Gragson partió mal desde la primera fila y cayó del segundo al séptimo lugar, chocando Joey Gase con el trompeante Donald Theetge en la segunda vuelta camino a la primera caution del día. Cole Custer y Austin Cindric planteaban un primer duelo por el liderato en el que se juntaban Justin Allgaier, Brandon Jones, John Hunter Nemechek y Busch; Custer rebasó a un intenso Cindric que le había adelantado y acabó perdiendo posiciones en un grupo apretado, hecho que también le ocurrió a un prudente Allgaier. Busch entraba en boxes por miedo a una rueda suelta, finalizando 21º y doblado en el primer segmento dominado por Custer.
Jones, Tyler Reddick, un Christopher Bell que salía atrás y Nemechek cerraron el primer top 5, pasando Reddick, Jones y Nemechek a Custer y Bell en boxes. Por el pit lane no pasó Busch en un movimiento arriesgado para desdoblarse y esperar una bandera amarilla rápida, que llegó con el toque de Zane Smith a Cindric. Reddick tomó un liderato de dos segundos sobre Nemechek, adelantado por un Bell con el que se vigiló el resto del segundo segmento en resultado a favor del vigente campeón. Busch usó sus mejores neumáticos para remontar de la 19ª a la tercera posición, dejando atrás a rivales fuertes como Nemechek, Custer y Allgaier.
Reddick, Bell, Busch y Custer mantuvieron los cuatro primeros puestos en sus paradas, relegando Michael Annett y Jones a Nemechek y en una entusiasta resalida. Tuvo Reddick que aguantar al dúo de Gibbs a la vez que Custer caía y Cindric recuperaba su lugar en el top 10 poco a poco. El viento aumentaba por momentos y algunas gotas de lluvia amenazaban con intervenir, aunque no tanto como un velocísimo Busch que se situó primero por el exterior de Reddick en las dos primeras curvas. No se amilanaron Reddick y Bell en presión del #18 entre doblados, al mismo tiempo que Allgaier abandonaba la carrera desde la quinta posición con el motor roto.
Busch, Bell y Reddick se quedaron solos en cabeza y acumularon vueltas sobre los doblados, realizando el pelotón las últimas paradas por gasolinas sin incidentes. La carrera parecía condenada a 80 giros finales de tedio a pesar del duelo de Busch, Bell y Reddick por el liderato, llegando a tocarse expresamente los dos jóvenes contendientes y permitiendo la fuga del veterano. Pero la locura llegó por otros lados, comenzando por el trompo de Jairo Avila Jr. en la recta de meta a falta de 12 vueltas. El trío delantero cambió neumáticos y Busch se puso líder con un empujón de Jones, colándose Nemechek tercero y dejando la pelea de Bell, Jones y Custer.
Reddick buscó los huecos de Busch y Custer envió a Jones al muro en la penúltima vuelta, forzando el Overtime dónde el propio Reddick trompearía en pelea con Busch y chocó con Bell; Zane Smith no pudo evitar a Reddick de la misma forma en que Cindric se llevó a Bell. Busch controló a Nemechek en el segundo Overtime y se impuso a un recuperado Gragson y al remontador Austin Dillon. Annett, Ryan Sieg (excelente sexto puesto), Ross Chastain, Chase Briscoe y Custer (noveno con daños) fueron los demás pilotos en la vuelta del líder. Bell finalizó 13º, Reddick 14º y Cindric, Jones y Allgaier cayeron en una carrera de final envidiable.
.@TylerReddick can’t hold on to it and takes out @CBellRacing coming to the white flag!
A second overtime is coming up in the #BoydGaming300. pic.twitter.com/oQeMq8NS2k
— NASCAR Xfinity (@NASCAR_Xfinity) 2 de marzo de 2019