Una tensa espera. Si bien Ott Tänak tiene la llave para que se empiece a mover el mercado, todo ello a pesar de que se espera que el estonio continúe en Toyota GAZOO Racing, el resto de pilotos del Mundial de Rallyes se están moviendo para tratar de cerrar lo más rápido posible su futuro en uno de los WRC disponibles. con Citroën Racing totalmente bloqueada al tener sus dos pilotos contrato para 2020, el foco se centra en los otros tres constructores restante, siendo la estructura de Tommi Mäkinen una de las que aparentemente más se va a mover durante las próximas semanas.
El finlandés se mostró confiado en retener a su actual jefe de filas, el líder del Mundial de Rallyes 2019, Ott Tänak, aunque tiene otros frentes abiertos después de que no le terminara de convencer la actuación de sus pilotos en el pasado Rally de Finlandia, especialmente tras el doble abandono de Kris Meeke. Tras la cita nórdica, se le cuestionó al jefe del equipo nipón la opción de que el norirlandés no terminara la temporada, algo que descartó rápidamente el tetracampeón con su habitual forma directa: “de ninguna forma podríamos no llevar a Kris al próximo rally. En nuestro equipo nunca hacemos ese tipo de cosas. Él estará en Alemania y también en los restantes rallyes”.
Esta decisión de continuar con Meeke en las cinco pruebas que restan de este 2019 (ya aparece tanto en las listas de inscritos de Alemania como en la de Turquía), seguramente no tenga incidencia en la opción de continuar para el británico. Las oportunidades se acaban y por el momento no ha sabido devolverle la confianza que Mäkinen depositó sobre sus hombros después de rescatarle tras ser despedido por Citroën a mitad de 2018. En una situación también muy crítica se encuentra Jari-Matti Latvala, aunque con el podio de Finlandia, el primero de la temporada, conseguía sacar ligeramente la cabeza no sin suspense por el pinchazo sufrido durante la mañana del sábado.
Aun así, parece que Latvala se ha alejado de su intención de preservar su estadística de conseguir al menos una victoria cada temporada desde la conseguida en Suecia en 2008. Con 204 rallyes a sus espaldas, el finlandés es el más experimentado de los pilotos de Toyota GAZOO Racing, consiguiendo superar en más de 100 pruebas tanto a Ott Tänak (alcanzó dicha cifra en Cerdeña) y a Kris Meeke (llegó al centenario en Finlandia). El piloto finés es consciente de la difícil situación en que se encuentra con “otros dos o tres pilotos”, entre los que seguramente se refiere a su propio compañero en Toyota y a Andreas Mikkelsen (Esapekka Lappi tiene otro año de contrato), sin embargo, se resiste a colgar los guantes, asegurando que “no creo que pueda alcanzar los 300 rallyes en el WRC, pero me encantaría correr al menos dos años más”.
El cambio generacional llega desde los R5:
Hay otros pilotos que han empezado a llamar la atención desde las categorías de R5, entre ellos Oliver Solberg, el cual venció en Letonia su primer rally del ERC en categoría absoluta. El noruego todavía se tendrá que adaptar al ritmo del Mundial, por lo que además de debutar en Gales este año junto a su padre, ambos en dos unidades del Volkswagen Polo GTI R5, confirmaba hace unos días que la prioridad para él es la de estar en el 2020 en las series intercontinentales para adquirir la experiencia necesaria.
En cuanto a otros nombres que actualmente se encuentran compitiendo entre los R5, Takamoto Katsuta empezará a vivir la presión de competir en un World Rally Car dentro del Mundial en apenas unos días, cuando inicie el Rallye de Alemania en su programa con el Toyota Yaris WRC que tendrá como guinda la participación en el Rally de Catalunya. El propio Tommi Mäkinen ha reconocido que Katsuta precisa de mejorar en su regularidad, algo que quizás no consiga si compite en 2020 bajo los focos de un equipo oficial y obligado a sumar puntos para el apartado de constructores. Es por ello que el jefe de equipo reconocía al medio británico Autosport, que se está evaluando la opción de que compita el año que viene en una estructura satélite tal y como se realiza en otros campeonatos.
Kalle Rovanperä por su parte es el que parece más cerca de dar el salto a uno de los asientos oficiales. Venciendo con mucha solvencia en un solitario WRC2 Pro, el finlandés no está pudiendo comprobar su velocidad, pero tampoco está cometiendo los errores de principio de año. Sus cuatro triunfos consecutivos entre los oficiales y el ritmo destacado frente a los R5 privados han llevado a que Timo Jouhki, su manager, haya reconocido que “a finales de año habrá disputado todos los rallyes del Mundial y ha alcanzado el límite de su montura, no tiene nada más que demostrar en esta categoría, por lo que es el momento para Kalle de ir a una categoría superior”… en este caso no hay otra por encima del WRC2 Pro que subirse a un World Rally Car para decirle adiós a Skoda tras dos de la tres temporadas que tenía asignadas por contrato. ¡Ojo! Toyota no es la única interesada en él.
Lo que queda claro es que nadie se quiere perder este final de temporada tal y como demuestra la presencia de Pontus Tidemand en el Rally de Turquía, los esfuerzos de Hayden Paddon por tratar de conseguir el presupuesto para correr con el Ford Fiesta WRC o la intención declarada por parte de Dani Sordo de alquilar un coche en el caso de Hyundai Motorsport decida no alinearle de cara al Rally de Catalunya. Con Craig Breen, proclamado ayer campeón irlandés de rallyes, situado en la órbita de los de Andrea Adamo, y con pilotos como Eric Camilli o Stéphane Lefebvre dejándose ver con los R5, no sería de extrañar que haya unos cuantos nombres sobre la mesa de Toyota, Hyundai o M-Sport Ford. A ellos se suman jóvenes promesas con menos experiencia pero que ya han demostrado sobradamente su velocidad, entre ellos el irregular Nikolay Gryazin, Pierre-Louis Loubet, Jari Huttunen o Eerik Pietarinen.