Carrera corta y sin sentido para Carlos Sainz en Mugello con un Gran Premio de la Toscana que le vio competir nada y menos. El piloto español partía desde la novena posición y buscaba puntuar tras el segundo puesto de Monza. Lamentablemente, la fortuna volvió a serle esquiva y tras verse involucrado en dos incidentes en las primeras vueltas, se quedó sin pasar más allá de la sexta vuelta.
En un fin de semana en el que el McLaren no ha estado tan competitivo como en otras ocasiones, Carlos Sainz logró salvar la jugada con una novena posición en la sesión clasificatoria que le permitía salir desde la quinta fila de la parrilla de salida, dos puestos por delante de Lando Norris. Por delante, un GP de la Toscana complicado en el que sumar puntos tenía que ser el objetivo, defendiéndose de sus perseguidores como tarea principal. Sin embargo, el español no iba a tener la posibilidad de pelear en absoluto, con una nueva dosis de mala fortuna que le está fastidiando este 2020.
En el momento de la arrancada, el piloto de McLaren se encontró en medio de una melé que acabó con varios coches trompeados o fuera de pista. En primera instancia, Sainz tuvo fortuna al poder seguir en carrera aunque en posiciones retrasadas. Esta situación generaba un periodo de coche de seguridad que tras seis vueltas terminaba con una resalida que ya se había visto en Fórmula 2 que iba a ser complicada con la larguísima recta de Mugello. El resultado, un accidente múltiple en la zona trasera en el que Sainz volvió a verse involucrado. Esta vez con daños terminales en su monoplaza tras golpear a Kevin Magnussen. Mal final para un fin de semana que en ningún momento tuvo buena pinta.