Daigo Saito se ha convertido seguramente en una de las caras más reconocibles de la industria del Drift. El japonés, además de ser uno de los hombres de Monster Energy, con el tiempo también nos ha dejado algunas de las creaciones más locas de la disciplina de los derrapes, y a pesar de provenir de la cuna del JDM, no ha dudado en irse fuera de las fronteras del país del sol naciente para encontrar su montura ideal. De esta forma pudimos disfrutar de un Corvette o un Lamborghini Murciélago listos para competir en el campeonato D1.
Sin embargo, en línea de su popular Nissan HKS R35 GT-R con más de 1.000 CV, Saito mostraba hace unos meses uno de los primeros proyectos en el mundo que implicaban un Toyota Supra A90. Y no, no iba a ser un deportivo convencional ya que a través de uno de estos “engine-swap” locos que se llevan en esta disciplina, Daigo y su equipo equiparon al vehículo nipón con un motor 2JZ-GTE de 3.4 litros y un turbocompresor HKS GT III 4R, todo ello capaz de erogar hasta 800 CV de potencia y unos brutales 883 Nm de par.
Estamos hablando de que se dejaba de lado el propulsor desarrollado por BMW para la nueva generación del Toyota Supra y del BMW Z4, para equipar en este caso uno de los motores más icónicos del automovilismo japonés. Resistencia y un bloque que es altamente modificable para un vehículo que está sometido a grandes esfuerzos, los mismo que pasaron factura a la unidad pilotada por Saito en uno de los eventos del D1GP llevados a cabo en la segunda mitad del mes de marzo.
Tras un breve conato de incendio en la jornada del domingo que parecía haberse solucionado con una completa revisión por parte del equipo, el Toyota Supra volvió a verse envuelto en un mar de llamas ya el domingo, con una vista muy detallada a través del resumen hecho por Video Option del momento. Una rotura de motor que esperemos no nos prive de ver este monstruoso Supra.
