La Federación Internacional no quiere correr riesgos y repetir malas experiencias del pasado, es por ello que ha ampliado también el peso mínimo de cada monoplaza. A partir de 2017, los monoplazas deben pesar al menos 728 kilogramos, incluyendo neumáticos de seco y el peso del piloto (pero sin combustible). Una medida que viene tomada por el aumento de las dimensiones de las ruedas de los Fórmula 1 con el nuevo reglamento técnico.
Recordemos que, hasta esta temporada, el peso de los monoplazas no debía bajar de los 702 kg en ningún momento del Gran Premio. Este año, los monoplazas serán más grandes, con alerones sobredimensionados y ruedas que en principio pesarán 1 kilo más en cada uno de los neumáticos del eje delantero y más de kilogramo y medio en los del eje trasero según la información que ha publicado Autosport.
A todo ello hay que sumar los kilos de más que portarán los depósitos de combustible, ahora con más capacidad debido al mayor agarre mecánico producido por las nuevas gomas. Los seis kilogramos extra que se suponen aportan los nuevos neumáticos hacen que los valores que aparecían en el primer reglamento técnico publicado hace unos días se incremente desde los 722 kg hasta los 728 antes mencionados.