Se esperaban grandes decisiones de la reunión que el Grupo de Estrategia celebraba hoy en París y una de ellas está directamente relacionada con la seguridad. Tras dos años de dimes y diretes se puede decir ya que el halo, el sistema que venía siendo probado de cara a proteger el habitáculo de los monoplazas y la cabeza de los pilotos, ha pasado a mejor vida. A partir de ahora la FIA se compromete a trabajar en algún tipo de cúpula transparente.
Aunque el comunicado de la federación internacional no da más detalles sobre qué tipo de cúpula pretenden desarrollar, parece que finalmente ha ganado la idea puesta en pista hace meses por Red Bull con su aeroscreen y en un principio rechazada. En el fondo la filosofía y el objetivo final son los mismos: tratar de proteger de forma más efectiva la integridad del piloto y, por qué no decirlo también, buscar una vía que no rompa totalmente con la estética de los monoplazas de Fórmula 1. Pero todos estaremos de acuerdo en que eso debería ser secundario.
Lo que cuesta más de creer es el plazo que la FIA se da para tener listo el nuevo artilugio. Citemos textualmente el comunicado: «La FIA se propone realizar pruebas en pista de este sistema durante esta temporada para así preparar su implementación en 2018». ¿Dará tiempo a perfeccionarlo sin que haya quejas en los equipos por tener que trabajar con tan poco plazo en algo que lógicamente tendrá su efecto en la aerodinámica de los monoplazas de 2018? El culebrón parece lejos de su final.
Foto | Red Bull Content Pool