La FIA sigue buscando una solución para dar más visibilidad a los equipos privados en esta nueva etapa del Mundial de Rallyes. Después de que la opción de la Copa para Privados no haya tenido una acogida digna de mención, con apenas tres inscritos en las dos primeras pruebas (Lorenzo Bertelli ya ha dejado claro que si dispone de un WRC 2017 competirá con él), la Federación y el promotor del Campeonato están estudiando otras posibilidades para fomentar la aparición de nuevas formaciones satélites.
Una de ellas consiste en adoptar el sistema de equipos que ya utilizan por ejemplo en el Mundial de Moto GP. En declaraciones concedidas a Autosport, Jarmo Mahonen apunta a que la FIA quiere dar más oportunidades a los equipos independientes, tal vez a través de iniciativas que ayuden a los fabricantes a suministrar sus monturas a equipos satélite (Citroën, Hyundai y Toyota no lo realizan en la actualidad), algo que en la categoría reina del motociclismo se tradujo en tres victorias de pilotos independientes en 2016 (Jack Miller y Cal Crutchlow) que contaban con un material bastante competitivo.
Llevamos discutiendo durante los últimos dos o tres años que tenemos que avanzar en el campeonato de equipos, en el que sólo hay lugar para los fabricantes. Está en la agenda actualmente. Veremos qué podemos hacer de cara a 2018. Tenemos que observar otras disciplinas como MotoGP, en la que hay equipos compitiendo, pero sigue habiendo sitio para los fabricantes. No deberíamos cortar lazos con las marcas. Los rallyes es la única disciplina en la que los fabricantes están realmente representados. Pero los tiempos se tienen que modernizar.
Aquí se plantean dos problemas, primero, la reticencia de los fabricantes a que su material y tecnología (que después se aplica también a la calle) pueda caer en manos ajenas o de la competencia. Durante los más de cuarenta años de historia del WRC hemos los ejemplos de marcas que no han alquilado o vendido sus coches de rallyes oficiales han sido numerosos, por lo que mucho debería cambiar la situación actual para que Citroën o Hyundai cambiaran repentinamente de opinión y se unieran a M-Sport.
Segundo, el sistema de Moto GP plantea cierto trato de favor a equipos satélites, Open y fabricantes que llevan tiempo sin ganar para fomentar la competitividad frente a Yamaha y Honda. Esto se traducía en depósitos más grandes, neumáticos de compuestos más blandos o la posibilidad por ejemplo de que KTM introduzca novedades de forma ilimitada esta temporada por ser su primer año. Los austriacos, recién llegados ya han anunciado su disponibilidad a suministrar sus motos a posibles equipos satélites.
Implantar algo parecido en el Mundial de Rallyes implicaría hacer aún más difícil de entender la disciplina, pero obviamente permitiría a los equipos privados mantener el rendimiento más allá del primer año de reglamento técnico, cuando se supone que todas las unidades, tanto oficiales como privadas, cuentan con las mismas especificaciones ‘pata negra’. Sin duda, una opción que se me plantea muy difícil visto la polémica que suscitó el año pasado el orden de salida y la participación de Citroën Racing bajo los colores del Abu Dhabi TOTAL WRT.
Vía | Autosport.com