Tras los reclamos formales presentadas por varios equipos, entre ellos Red Bull Racing, más las imágenes irrefutables que surgieron durante el Gran Premio de Azerbaiyán, la FIA indicó a McLaren que su alerón trasero que flexiona en los bordes durante las rectas debe ser modificado, a pesar de aprobar las pruebas de deflexión estática que realiza el personal técnico antes de cada carrera. De esta forma, el polémico alerón del «mini DRS» deberá ser retirado del MCL38 en lo que resta de la temporada.
Si bien el alerón no puede considerarse ilegal, McLaren estaría vulnerando la Directiva Técnica número 34 de la FIA, la cual se refiere a elementos estructurales que se modifican por parámetros secundarios cuando están en pista. En este caso, el alerón presenta una deflexión distinta en movimiento, a diferencia de lo que realiza cuando se evalúa de forma estática. La alta velocidad en recta provoca que el alerón permita la circulación de aire entre sus paneles, lo que no debería ocurrir sin la activación del DRS. La FIA entonces procede a informar a McLaren que debe implementar ajustes para reducir la movilidad del elemento.
Se despeja entonces la incógnita del por qué Oscar Piastri era capaz de mantenerse adelante en la larga recta de Bakú aunque Charles Leclerc lo atacara con su DRS abierto. De McLaren no acatar lo indicado por la FIA, el ente rector procedería a modificar el Reglamento Técnico vigente y se declararía ilegal el elemento con la consecuente imposición de sanciones. A Zak Bronw, CEO de McLaren, no le sentó nada bien la información proveniente de la FIA al considerar que están atentando contra su equipo de ingenieros que han actuado conforme a las reglas.
En palabras de Zak Brown:
[El alerón] pasó todas las pruebas. Esto es Fórmula 1, es ingeniería inteligente. La FIA debe estar de acuerdo con eso. Pero, como casi siempre, estas innovaciones deben guardarse en un armario.