Una vez tomada la decisión de que todos los monoplazas del Mundial de Fórmula 1 2018 porten el halo como medida de protección del habitáculo obligatoria, la Federación Internacional de Automovilismo ha querido en un ejercicio de transparencia publicar este sábado un artículo en su web explicando los motivos por los que se ha optado por el halo frente a otros sistemas probados hasta el momento.
Frente a quienes creemos que el halo no es suficiente, al mantener aún bastante desprotegida la zona alrededor del casco, el máximo organismo internacional señala que todos los tests llevados a cabo hasta el momento aumentan la seguridad en tres tipos de impacto: coche contra coche, coche contra entorno y y objetos externos. En el primero de ellos, el halo parece capaz de aguantar hasta quince veces el peso de un monoplaza; en el segundo de ellos, este sistema permite también reducir la posibilidad de un impacto del casco contra las vallas o el muro; y en el tercero la FIA ha querido destacar que no sólo desvía grandes objetos sino que también reduce la posibilidad de un impacto con restos más pequeños. Aún así la duda sobre qué ocurrirá con objetos caídos sobre el casco como en los accidentes de Justin Wilson o Henry Surtees sigue siendo razonable.
¿Y por qué se ha desestimado el aeroscreen de Red Bull o el escudo probado por Ferrari en los entrenamientos libres del Gran Premio de Gran Bretaña? Ambos sistemas presentaron problemas de visibilidad importantes y mucho mayores que los que provoca el halo, cuyo pilar central apenas estorba. Ante el objetivo marcado de implementar algún sistema de protección para la temporada 2018, el único que estaba listo para su uso era el halo.
Via | FIA