En aras de mejorar la visibilidad de los pilotos hacia la parte trasera de sus monoplazas, Nikolas Tombazis, director técnico de la FIA, declaró que el organismno regulador del deporte motor está buscando una solución que sería aplicada a partir de 2023. Por tal razón, las escuderías, desde el pasado Gran Premio de Canadá, han estado probando diversos tamaños y diseños de espejos durante los entrenamientos libres con el objetivo de recopilar datos y generar opiniones que van directo a la FIA.
Recientemente Red Bull probó un espejo pequeño de un lado del monoplaza y en el otro una versión más grande para de esta forma realizar una comparación directa. Si bien se persigue mejorar la visión en el área diagonal hacia atrás del coche, existe un efecto secundario que no resulta agradable y es que los espejos más voluminosos van a obstaculizar la visión delantera del piloto. Uno de los más críticos con respecto a estos cambios es Lewis Hamilton, quien comunicó que la visibilidad delantera no debería comprometerse aún más, refiriéndose al espacio que ocupa el Halo.
Tombazis indicó que en Spa, Mercedes instaló su retrovisor más grande, en tanto en Holanda fueron las escuderías Alpine, McLaren y Haas F1 las que probaron la novedad, espejos de 22 centímetros de ancho por 6 de alto. Coincidió en que el espacio para ubicar los retrovisores en el monoplaza es muy pequeño, por tal razón los pilotos observan hacia atrás a través de una ventana muy pequeña.
en palabras de Nikolas Tombazis:
En el área en diagonal hacia atrás, la vista es actualmente muy limitada. Queremos encontrar una solución para el 2023. Uno de los posibles efectos secundarios de los espejos más grandes es que, al resolver el problema de la visibilidad trasera, añadirán otro obstáculo a la visión delantera. Debemos evitar que el espejo estorbe la visión del piloto hacia adelante.
Vía | Nextgen Auto