De nuevo la FIA vuelve a sorprender con una modificación de las reglas en plena temporada. En esta ocasión va a intervenir en las detenciones para que sean más lentas, argumentando razones de seguridad. Según se explicó, a partir del Gran Premio de Hungría entrará en vigencia una normativa técnica denominada TD22A, relacionada con el artículo 12.8.4, que se refiere a la implementación de sensores en las tuercas de los neumáticos, mismos que confirmarán que todo ha sido asegurado correctamente para que el piloto puede reincorporarse al circuito.
Con ello se evitará que los monoplazas regresen con algunas tuercas flojas y suelten sus neumáticos en la pista. Por supuesto que tal medida ralentizará las detenciones en boxes, pero lo que más ha traído polémica es que se va a requerir de un tiempo mínimo de reacción para activar el sensor, es decir, si un mecánico es más rápido que el tiempo estimado por la FIA, el procedimiento es registrado como inválido y por lo tanto el mecánico debe repetir de nuevo sus acciones hasta activar el sensor.
Solamente cuando los cuatro neumáticos estén asegurados, luego del tiempo estimado, se activará una luz verde que indicará al piloto que puede salir a pista. Por supuesto que esta modificación al proceso original traerá consigo la suma de algunas décimas de segundo al tiempo acostumbrado, lo que en teoría afectará a escuderías como Red Bull Racing, cuyas detenciones en los boxes suelen ser de las más rápidas, lo que quedó en evidencia en el Paul Ricard, cuando Max Verstappen pudo salir por delante de Lewis Hamilton para tomar la delantera del gran premio.
Este cambio en las reglas se suma a la evaluación extra a los alerones traseros, situación que ha generado cierto malestar entre los equipos porque tales modificaciones se presentan en plena temporada y todo apunta a que se aplican para afectar a Red Bull Racing, tal como ocurrió en el pasado cuando se prohibieron determinadas iniciativas técnicas cuyas introducciones no estaban prohibidas en el reglamento.
Vía | Nextgen Auto
