En el paddock del Mundial de Fórmula 1 todos venderían a su madre por un par de millones de euros. Este fin de semana tuvimos un nuevo ejemplo con la protesta presentada por Haas ante los comisarios al considerar que Racing Point Force India incumplía un punto básico de la normativa al no ser fabricante de sus propios monoplazas… originalmente de Force India. Este sábado la FIA ha optado por desestimar lo presentado por el equipo estadounidense, pero la guerra no ha terminado.
El telón de fondo está claro: Haas busca probar que Racing Point Force India no es merecedora del dinero que debería recibir Force India, su germen, tras la ‘desaparición’ y exclusión de este último equipo el pasado verano. Y si lo consiguiera, ese dinero sería repartido entre los equipos supervivientes. Por ahora los comisarios consideran que nada impide a un segundo equipo usar el material de un equipo anterior, sobre todo teniendo en cuenta que Force India dejó de competir en el mismo momento en que irrumpió Racing Point Force India, pero a buen seguro que la disputa seguirá adelante con otros argumentos como por ejemplo el hecho de que la FIA reconozca que se trata de un equipo nuevo.
Este caso no es sino un ejemplo más de que en Fórmula 1 lo único que importa es tu propia superviviencia. Y el ejemplo más claro nos lo da Haas, que en el Gran Premio de Italia acusó a Renault de buscar cazar puntos y millones fuera de la pista con la exclusión de Romain Grosjean, posteriormente refrendada por la FIA pese a la apelación del equipo. ¿Hipocresía? Al final todos actúan igual…
Foto | Force India