En el mes de julio, la escudería Alpine presentó una petición formal para mejorar las prestaciones de la unidad de potencia Renault, argumentando que tenía un déficit de 30 caballos en comparación con sus rivales. Tras analizar la solicitud, y considerando que el desarrollo está congelado hasta 2026, la FIA negó la posibilidad de modificar el motor francés debido a que su rendimiento no está tan atrás y el mismo fabricante Renault fue muy conservador al momento de homologar el E-Tech RE23 sacrificando potencia para inclinarse hacia la fiabilidad.
Según un análisis realizado por los ingenieros de la FIA, utilizando sensores de par, la unidad de potencia Renault está atrás aproximadamente en un máximo de 20 caballos con respecto a Honda, Mercedes y Ferrari, una cifra que resulta muy poca como para permitirle a Renault que modifique su motor, así que desde Alpine deberán resignarse a seguir con las mismas prestaciones mecánicas hasta 2026. En tal sentido, Bruno Famin, actual director de la escudería francesa, se mostró resignado ante la decisión, señalando que entonces concederán una mayor prioridad al desarrollo del proyecto de 2026.
En cuanto al actual ciclo, señaló que, ante el déficit de potencia, las opciones para avanzar son limitadas, un nuevo chasis y otra caja de cambios serían un buen punto de partida intentar mejorar la aerodinámica y de esta forma concebir un monoplaza con mayor agarre. En lo que respecta al trabajo en Viry-Châtillon, el personal de Renault deberá esforzarse por actualizar el software del E-Tech RE23 en tanto progresa con el proyecto 2026, pensando en un mejor equilibrio entre rendimiento y fiabilidad.
Vía Nextgen Auto