Hubo polémica antes del Gran Premio de Estados Unidos acerca de la petición por parte de Red Bull que se aclarara en una revisión técnica acerca de la posibilidad de eludir el límite de flujo de combustible en los intervalos en los que precisamente el sensor no se encuentra tomando mediciones. En aquel momento se apuntó a que la ‘bajada’ de velocidad punta en el caso de la escudería italiana que experimentó en Austin se debía precisamente a la necesidad de amoldarse a la normativa. Finalizada una polémica, en Brasil ha llegado el turno de otra.
Apenas dos semanas después, la FIA ha vuelto a lanzar una nueva directiva técnica en la que se ha pedido a los equipos una aclaración sobre la posibilidad de que los motores vuelvan a estar quemando aceite para lograr una potencia adicional en los modos más extremos de configuración. Al fin de cuentas, desde la Federación se quiere recordar que se encuentra totalmente prohibido que en la cámara de combustión se queme algo que no sea la mezcla de gasolina y aire.
La FIA ya ha tomado medidas al reducir la tolerancia al consumo de aceite por cada 100 kilómetros a 0,6 litros, límite que se reducirá a 0,3 litros el próximo año, por lo que esto parece más un simple recordatorio, solicitando además detalles como la designación, especificación y cantidad de lubricantes empleados en sus motores con el fin de cerciorarse de que el uso se esté realizando correctamente dentro de los márgenes designados.