Tras la exitosa introducción del biocombustible E10 esta temporada, representantes de la Fórmula 1 se reunieron con los actuales proveedores del deporte motor para ir en la búsqueda de un combustible 100% sostenible para el 2026, justamente cuando entrará en vigencia la nueva generación de motores. Esta iniciativa obedece al plan Net Zero Carbon que inició en el 2019 y que estipula una emisión de cero carbono neto para la temporada de 2030.
La propuesta global se orienta hacia la creación de un combustible que se pueda utilizar tanto en el deporte motor como en las carretera. También está sobre la mesa la opción de que tanto la Fórmula 2 como la Fórmula 3 se inclinen hacia los combustibles sostenibles, para de esta forma ir mostrando tales novedades a las siguientes generaciones tanto de personal dedicado a las carreras como a los seguidores de las mismas. Si bien el combustible utilizado en la Fórmula 1 apenas representa el uno por ciento de las emisiones del deporte motor, la categoría es la mayor vitrina en cuanto a tecnología y sin duda fomentará un gran impacto a nivel mundial.
Este innovador combustible es otro desafío para los laboratorios de las petroleras involucradas en la Fórmula 1, entre ellas Aramco, Shell, Petronas, BP y ExxonMobil, porque además de ser utilizado en el deporte motor debe también ser compatible con todos los coches comerciales tanto de combustión interna como híbridos en el mundo. Mientras tanto, la Fórmula 1 seguirá aplicando medidas como el uso de energía 100% renovable en sus oficinas en tanto se comprometen a revisar todos los procesos utilizados en la realización de las carreras para reducir la emisión de carbono.
Vía | Motorsportweek
