Tras las primeras cuatro carreras del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, España se convierte este fin de semana en la capital mundial del automovilismo gracias al Gran Premio de España. El Circuit de Barcelona-Catalunya será la sede de una quinta carrera de la temporada en la que veremos muchos cambios en el gran circo. Hay cambios en pista, fuera de ella, en la gestión del certamen… en resumen, lavado de cara y un poco también de las entrañas de la Fórmula 1, además del tradicional empuje en materia de mejoras por parte de los equipos. De hecho, Mercedes amenaza con devolver a la Fórmula 1 al pasado reciente en cuanto a rendimiento…
La vuelta a Europa siempre es un punto clave dentro de la temporada con muchas mejoras por parte de los equipos, sobre todo aquellos que pelean por las posiciones delanteras. En el caso de la temporada 2017, Mercedes parece haber golpeado más fuerte -que no necesariamente mejor- que los demás. Las flechas de plata traen mejoras prácticamente en todos los ámbitos, habiendo perdido peso a pesar de añadir apéndices de todo tipo. En especial destaca el nuevo frontal, con una «falda» que hace pensar que en Brackley pueden haber dado con una solución interesante. No son los únicos equipos de zona alta en traer mejoras ya que Ferrari tiene un nuevo T-Wing entre otras partes.
Evidentemente, habrá que esperar a mañana y sobre todo al sábado para ver exactamente qué funciona y qué no, con el punto añadido de que las tendencias que empiecen a verse en Barcelona podrían marcar la progresión de la temporada. Mercedes amenaza con volver a su ya habitual dominio, Ferrari buscará defender su candidatura al título. Red Bull es la gran incógnita aunque querrán también intentar romper la dualidad que se ha mostrado en la categoría reina este 2017. Los demás… tendrán que conformarse con las migajas. Y a todo esto, es la última carrera de Fernando Alonso en Fórmula 1 antes de las 500 millas de Indianápolis. Además, hay quien dice que podría ser su última en España…
Otro de los temas interesantes de este fin de semana es el cambio de imagen de los equipos con dorsales de mayor tamaño y nombres de los pilotos visibles en la carrocería. Cada equipo busca su propia solución pero un consenso general parece haberse alcanzado al emplear todos los equipos las abreviaturas de tres letras usadas en los letreros televisivos. «MAS», «STR» y compañía se convertirán en algo físicamente existente en las carrocerías de los monoplazas. También ponen prácticamente todos los equipos sus dorsales en las aletas de tiburón. Bonita forma de aprovechar un elemento que está siendo criticado ampliamente en tiempos recientes y que algunos buscaban eliminar para 2018.
Pero el uso de los dorsales en las alas de tiburón no es algo nuevo y en cierta forma supone un regreso al pasado a muchos niveles. El más evidente lo marcan algunos equipos como Ferrari con un diseño que recupera el uso de los dorsales de 1976, esa temporada glorificada en tiempos recientes gracias a la película Rush que recuerda la rivalidad entre Niki Lauda y James Hunt. Pero en 2012 precisamente Mercedes ya experimentó con poner la abreviatura de tres letras, el dorsal y la bandera del país del piloto en una aleta de tiburón. La idea se desestimó entonces por ser las aletas de tiburón elementos aerodinámicos prohibidos, con lo que forzarlos por motivos de imagen habría sido un problema ya que los equipos le habrían intentado sacar provecho.
Otro retorno al pasado de estos días es la vuelta a la Fórmula 1 de un nombre conocido como es el de Luca Colajanni. El italiano, jefe de comunicación de la Scuderia Ferrari hasta 2013, volverá a la categoría reina aunque no lo hace de la mano de su último equipo. De hecho, Colajanni ocupará la misma posición pero representando a la Fórmula 1 en términos generales. Se trata de un movimiento muy probablemente auspiciado por Ross Brawn, a quien conoce de hace más de diez años cuando ambos estuvieron en Ferrari. Pero hay que preguntarse hasta qué punto es una buena opción para la Fórmula 1 teniendo en cuenta el historial de capacidad de blindaje de Colajanni cuando estuvo en la Fórmula 1 por última vez. Puede que su estilo cambie ahora pero… quien sabe.
¿Lo mejor para la Fórmula 1? El cambio de tercio con respecto al público. Más cercanía del mundo de la competición con el público, actividades entretenidas para amenizar el tiempo en el circuito y la vuelta a los once equipos en los boxes. Y algunos se preguntarán, ¿cómo que once equipos? En efecto, este fin de semana hay once sets de garajes ocupados por monoplazas de Fórmula 1 y once pit stands en el muro de boxes. El nuevo «equipo» no es nada más que una estructura de la F1 Experiences que pretende llevar a cada Gran Premio varios biplazas de Fórmula 1. Se trata de los modificados Tyrrell 026 que el equipo de Ken Tyrrell usó en 1998 antes de ser comprados por Paul Stoddart y convertidos en coches con dos asientos para usar en eventos promocionales.
Este fin de semana -y parece que durante todo el año- se abrirá la posibilidad a que quienes paguen por las F1 Experiences participen en un sorteo cuyo premio es precisamente subirse al biplaza. Sólo falta que Liberty Media se de cuenta que sería aún más interesante y emocionante que todos los aficionados optaran a ello, posiblemente incentivando incluso las ventas de entradas. A fin de cuentas, ¿a quien no le atrae la idea de subirse al coche? Algo parecido se hace en la IndyCar, así que el concepto no es nuevo. Y en cualquier caso, se trata de otro retorno al pasado con un monoplaza de 1998 con un viejo pero ruidoso motor Cosworth V10… y esto sí es algo que todos podremos apreciar, ¿verdad?
