Las World Series Fórmula V8 3.5 hicieron un movimiento maestro durante la pretemporada al unir sus caminos a los del Mundial de Resistencia. Dotados de mayor visibilidad durante los fines de semana en los circuitos a pesar de que la parrilla está lejos de gozar de los números de inscritos necesarios, el campeonato ya mira hacia un futuro prometedor, el cual traerá novedades de cara a la próxima temporada manteniendo su sociedad con el WEC.
Los promotores del campeonato de monoplazas (una de las categorías que en teoría están diseñadas como antesala de la Fórmula 1 junto a la F2 y la Super Fórmula), RPM-MKTG, han desvelado sus planes para la temporada 2018, año en el que también compartirán gran parte del calendario con el Mundial de Resistencia. El programa, que será anunciado después del verano también se espera que siga la línea marcada en 2017, atreviéndose incluso a volver a cruzar el charco.
Los tres primeros pilotos no sólo disfrutarán al igual que este año de un test con los prototipos y GTE protagonistas del WEC, sino que además se otorgarán premios en metálico a los ganadores de cada carrera. En cuanto al resto de novedades, RPM-MKTG trabaja en una nueva evolución para mejorar el rendimiento de los monoplazas sin que esto suponga un gran impacto a los equipos participantes, así como la inclusión de dos días de test collectivos postemporada y la programación de los test de pretemporada en marzo/abril de 2018.
El objetivo será el de mantener los costes bajo control y ser una alternativa low-cost al resto de campeonatos punteros entre los monoplazas. Ahora sólo falta que la parrilla aumente su cuantía.